A principios del 2018, el Gobierno Bolivariano lanzó oficialmente la criptomoneda El Petro con el objetivo de posicionar a Venezuela como una economía sólida sin dependencia internacional, captar inversiones y generar mecanismos de pago digital.
Actualmente, la criptomoneda venezolana figura como una moneda digital para el intercambio comercial internacional y nacional, que incluye el pago de bienes, inmuebles, servicios públicos, boletos aéreos, entre otros.
En VT actual te contamos 7 razones que hacen del Petro una criptomoneda segura y sólida.
7. El Petro es la primera criptomoneda en la historia creada y emitida por un Estado para la comercialización nacional e internacional.
6. Es la única criptomoneda respaldada por las riquezas naturales de una nación. En ese caso, el petro está sustentado por petróleo, oro, diamante, hierro y gas.
5. Los 5 mil 342 millones de barriles de crudo que contiene el campo 1 del Bloque Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco pertenece al Petro como sustento real.
4. El precio de cada Petro se ajusta conforme lo haga la cesta del crudo venezolano, por lo que su valor no es fluctuante, a diferencia de otras criptomonedas que mantienen un precio volátil por estar sujetas al comportamiento especulativo del mercado financiero.
3. A diferencia de la criptomoneda Bitcoin que mantiene un límite de 21 millones de bitcoins, el Petro es ilimitado, y solo en su preventa en febrero de este año ofreció 82,4 millones de unidades.
2. La emisión de la criptomoneda Petro está regulada por el Banco Central de Venezuela, mientras que el resto de las monedas digital no son reguladas por alguna institución o banco central. Lo que genera al Petro más confianza a la hora de invertir.
1. El Petro está legalizado como unidad de cuenta y moneda venezolana, lo que permite su compra no solo en monedas como el Yuan y euros, sino también en bolívares soberanos. Esta modalidad permite a los venezolanos comercializar digitalmente tanto a nivel nacional como internacional.
NA
Fortalecimiento del mercado petrolero, el objetivo de Venezuela