Le gusta torturar y engañar, pero se declara defensor de los Derechos Humanos y la democracia cada vez que realiza alguna declaración en contra de Venezuela. Se trata de Mike Pompeo, uno de los peones de #DonaldTrump que busca alinear las piezas en Latinoamérica para asestar un golpe certero en contra de la gestión del presidente Nicolás Maduro.
Además de haber ostentado el título de director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), también fue dueño de una contratista militar y de una petrolera dedicada, por supuesto, al fracking. Dentro de su prontuario también se incluyen actos de corrupción como por ejemplo haber recibido dinero durante su campaña electoral de la empresa ExxonMobil.
Como Secretario de Estado, Pompeo impulsó el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y promovió la guerra comercial con la Unión Europea y China, que le ha costado millones de dólares a ambas potencias y pone en serio riesgo a miles de empresas estadounidenses.
Por otra parte, ataca a las minorías oponiéndose al matrimonio homosexual y al aborto. Asimismo, asegura que el calentamiento global no existe y rechaza las energías renovables que podrían echar por tierra su negocio petrolero.
Además, es uno de los fieles defensores de aplicar una intervención militar en territorio venezolano y en general de violar la soberanía de cualquier territorio que se oponga a las intenciones del gobierno estadounidense.
ARG