Quizás se trate de una venganza por la cobertura que dio Telesur al show mediático que pretendió el autojuramentado presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó el pasado 5 de enero, quizás todo responde a una retaliación por su tradicional divulgación de la verdad, de lo que otras empresas de la hegemonía mediática no hablan…
Lo cierto es que la oposición venezolana amenazó con apoderarse de la señal multiestatal y ya se trazó el plan de lo que hará con la televisora.
Para tal fin, Guaidó encargó a Leopoldo “Matacuras” Castillo, procaz y obstinado adversario de la Revolución Bolivariana, como “presidente de la reestructuración” del canal.

Por ello, este personaje reveló los pasos que acometerá para apoderarse del mayor logro del progresismo continental, que fue unir en una sola voz a los pueblos de Latinoamérica y del sur del mundo, invisibilizados históricamente por las transnacionales de la información, mediante una televisora inclusiva y de carácter popular.
Para la infame tarea de silenciar de nuevo a las masas, el que se hace nombrar “presidente encargado” acumula una arrebatadora experiencia. Nada más basta ver cómo se apoderó de Citgo, la filial de la estatal petrolera Pdvsa en EE.UU., mediante triquiñuelas y argucias legales apoyadas y asesoradas por Washington.
En fin, el delegado de Guaidó para la artimaña, es decir, Leopoldo Castillo, concedió una entrevista telefónica a una televisora de Miami, a través de la cual informó lo que se viene para la “nueva Telesur”.
Sobre la Telesur de Guaidó, nada produce sorpresas
Leopoldo Castillo se ufanó de algunos cambios. En primer lugar, como les da prurito el nombre actual, por supuesto, se lo cambiarán.

Seguidamente habló de una nueva sede. Informó que la señal del canal se mudará a Miami (Florida, EE.UU.) y desde allí “transmitirá a la región y al mundo”.
Castillo también se expresó dispuesto a generar “contenido nuevo, que divulgue valores democráticos” (lo cual estará a cargo de la diputada de la Asamblea Nacional en desacato Larissa Patiño) y, en función de ello, enfiló sus baterías contra los pueblos libres: “Que no sea simplemente un instrumento para meter en los países el socialismo del siglo XXI, sino una opción con valores de libertad y progreso”.
Además, pero muy importante, habló de dinerito: La “nueva Telesur” contará con “financiamiento del gobierno de Estados Unidos y de otros países de América Latina (los del Grupo de Lima, of course)”. De hecho, mencionó que se firmarán acuerdos con ellos para transmitir la señal y que habrá corresponsales en toda Latinoamérica.
Por cierto, rechazó por “prejuiciosos” y por “gente de mentalidad chiquita” a todos aquellos periodistas, ciudadanos de a pie, académicos, intelectuales y medios de Venezuela que se expresaron abiertamente críticos contra la “decisión” de Juan Guaidó. Vale decir que muchos de ellos creen que hay asuntos más importantes que atender o que prefieren que rescaten a RCTV en lugar de a “esa señal chavista”.
FF/ VTactual.com
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