Este 14 de junio se cumplen exactamente tres meses de que fuera declarada la cuarentena nacional por el Covid-19. Durante todo este proceso la familia ha tenido que adaptarse a nuevos patrones que alteran sus relaciones interpersonales. Este redescubrimiento pasa por la necesidad de que los padres entendamos y manejemos los cambios de conducta que nuestros hijos puedan experimentar, al ser ellos los que en menor grado pueden controlar sus emociones producto de esta nueva normalidad.
Los cambios en la conducta de los niños producto del largo encierro provocado por la cuarentena, dependerán de la edad del infante y del acompañamiento que nosotros como sus adultos de confianza les hayamos brindado a lo largo del proceso, pero básicamente estos cambios estarán marcados por el miedo y la angustia, produciendo reacciones como la irritabilidad, la ira , el desorden del sueño o la alimentación. Para identificar y manejar mejor estas reacciones, VTactual pulsó la opinión de varios expertos en conducta infantil para sobrellevar este difícil tema.
Conociendo a nuestros hijos
Si algo bueno podemos sacar de esta cuarentena es la oportunidad invaluable que nos ha dado para conocernos mejor entre los integrantes de la familia, especialmente a los niños que tanto necesitan de esta atención nuestra. La psicóloga Alicia Gallegos, especialista en psicología infantil, dice que la cuarentena altera la autoestima de todos los miembros de la familia, con especial riesgo en la de los niños. «Todos estamos inmersos en un determinado clima hogareño que va a condicionar nuestra reacción a esta situación».
Gallegos establece que no se puede abordar el tema de las alteraciones de la conducta en los niños, producto de la cuarentena, sin tomar en cuenta su edad y su condición social. «Los niños no son un ente universal que tienen el mismo contexto sociocultural. De manera que cada niño requiere una respuesta diferente«. Para la psicóloga esta respuesta dependerá del grado de compenetración e interacción entre padres e hijos.
«Los niños demuestran su molestia con alguna situación de una manera mucho más clara que un adulto. La rabia, la irritabilidad o la angustia son reacciones que probablemente se presenten con regularidad en los niños y debemos manejarlas con cautela», recomienda Gallegos, al tiempo que resalta la necesidad de llenarse de paciencia y no acudir a castigos severos a los niños sin entender primero el porqué de los cambios que se dan en su conducta.
Lidiar con los temores
Durante la cuarentena los niños están más expuestos a las noticias e informaciones que en cualquier otra circunstancia, debido a que nosotros como padres aumentamos el consumo de estos productos en presencia de ellos o por los comentarios que hay en casa. El conocer a diario cifras de contagios y muertes por el Covid-19, puede generar miedo y ansiedad en muchos pequeños.
Para el psicólogo infantil Iván Sánchez, este fenómeno se producirá en los niños mayores de cuatro años, mientras su comprensión del lenguaje sea más amplia. «En estos casos, además de una explicación del fenómeno y la conversación oportuna, es necesario ayudarlos a mantener la calma. Si el miedo altera su comportamiento o rebasa su capacidad de controlarse, podemos utilizar ejercicios de respiración y relajación junto a ellos. El yoga es muy útil y se puede practicar en cualquier lugar», recomienda.
Los niños más grandes podrían experimentar angustia cada vez que algún adulto de su familia tiene que salir de casa, pues temen que se pueda contagiar. «Mientras mayores son los niños, cambia la noción que se tiene sobre el peligro y la muerte. Para apoyarlos en caso de que se angustien por creer que un familiar está en riesgo, hay que extremar las medidas de protección ante el contagio. Demostrar un uso responsable del tapabocas, usar guantes, lavarse las manos y asearse al llegar a casa. Todo eso en presencia y colaboración de ellos para ayudarles a guardar la calma y tranquilizarse», sugiere Sánchez.
Ventajas y desventajas de la flexibilización
En la mayoría de los países y con diferentes modalidades se ha iniciado la flexibilización de la cuarentena. Además del tema económico, las implicaciones sociales que el encierro trae a todo nivel, puede acarrear alteraciones de cuidado en el comportamiento de muchas personas y en el caso de los niños, merecen especial atención.
El psicólogo Iván Sánchez ve positivo que se aprovechen los espacios para compartir en familia estos momentos al aire libre, pero el temor al contagio, reiterado durante meses, podría ser un problema. «Hay que explicarles con detalle de qué se trata la salida, qué se va a hacer en la calle y cuáles son las medidas de seguridad que se tomarán. De esta manera el riesgo de que le teman a volver a la calle y al contagio, será menor», explica.
Por su parte, la psicóloga Alicia Gallegos considera que hay sectores que nunca vivieron el distanciamiento físico y que en consecuencia no presentarán grandes cambios en la conducta de sus niños. «Los sectores populares que viven en situación de hacinamiento, jamás cumplieron el distanciamiento físico. Eso se puede ver con niños jugando a toda hora en las calles y veredas. En esos ambientes el niño sigue su curso normal de desarrollo y no tiene porqué sentirse limitado», sostiene.
Randolph Borges/VTactual.com