La cuarentena por el Covid-19 se ha prolongado mucho más de lo previsto y puede extenderse aún más. Para la mayoría de los padres el asunto no es una buena noticia dado que, sumado a las tareas cotidianas y complejas que implica ejercer el rol, en este período han tenido que multiplicarse para atender las diferentes necesidades de sus hijos, incluso el tema de la educación.
De allí se desprende un fenómeno que los expertos han querido llamar «el efecto padres» en la educación de los hijos, un tema que en Venezuela y en general en América Latina, se ve afectado por las desigualdades socioeconómicas propias de la región. El «efecto padres» no tiene que ver con la cantidad, calidad o manejo de recursos pedagógicos que tengan los jefes de la familia con sus hijos, más bien va unido a la importancia que éstos le dan a la educación y a su formación académica.
Según estudios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para América Latina y el Caribe, los padres con mejor preparación académica se preocuparán más porque sus hijos la tengan, idea adherida también al supuesto que en los hogares de profesionales hay también más acceso a las tecnologías de la información y comunicación, herramientas valiosas para el proceso educativo en estos días, sobre todo en cuarentena.
No se trata de reemplazar al docente
La psicóloga y psicoanalista venezolana Beatríz Montenegro, asegura que los padres no tienen ni deben asumir el rol de los maestros bajo las circunstancias actuales. «Los padres deben tener un rol de acompañamiento en las actividades escolares de sus hijos, su papel no es el de ser docentes, sino más bien motivar a los niños a cumplir con sus deberes».
La educación a distancia, necesaria en tiempos de pandemia, ha hecho necesario el uso del internet, la televisión y en general de la tecnología, para que los estudiantes continúen su proceso formativo. Por ello Montenegro invita a los padres a adaptarse a la modalidad de educación en línea «no con resignación, sino de una forma proactiva que permita apostar por la creatividad, porque la actitud que tomemos será modelo para los niños».
La especialista insiste en el acompañamiento parental y no en suplantar el rol del docente, al tiempo que recomienda permitir que los niños realicen sus actividades de forma autónoma. »Debemos plantearnos ambas modalidades de la educación (física o a distancia) no como una competencia, en este momento no hay otra alternativa, hay que aprovechar las ventajas que cada una nos ofrece», asegura la psicóloga Beatríz Montenegro.
El Covid-19 y la desigualdad
Las expectativas que maneja el PNUD para América Latina en materia de educación durante la pandemia, no son muy alentadoras. «Si los resultados académicos de un estudiante se vuelven aún más dependientes de las habilidades de sus padres durante el cierre de escuelas , entonces estudiantes similares cuyos padres tienen niveles educativos diferentes, tendrán probablemente resultados diferentes«, dijo a la BBC Luis López-Calva, director regional del PNUD.
El organismo da como un hecho que las diferencias educativas se rigen por dos variables: el capital físico (conectividad y acceso a las tecnologías) y el capital humano (el grado de instrucción de los padres), por lo que la cuarentena por el Covid-19 podría abrir aún más esta brecha en la generación que se forma actualmente.
Para el funcionario la situación tiende a perpetuar las desigualdades, sobre todo a largo plazo a la hora de tantear el mercado laboral. Por ello desde el organismo se insta a los países a dar un rol principal a las escuelas, y durante la cuarentena a procurar reducir las barreras en el acceso a la educación.
Randolph Borges/VTactual.com