Las denuncias que realiza el Ejecutivo venezolano sobre la presunta vinculación de sectores de la oposición con bandas paramilitares colombianas son de vieja data. Durante el gobierno de Hugo Chávez más de un centenar de miembros de estas agrupaciones violaron la frontera venezolana con intenciones de encabezar un golpe de Estado contra el Primer Mandatario.
La denuncia en ese entonces la hizo el comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia, Salvatore Mancuso, quien vinculó directamente al expresidente colombiano Álvaro Uribe Velez con esos planes.
De esos paramilitares, unos 40 fueron capturados en el 2004 por el Gobierno Venezolano en la hacienda Daktari ubicada en El Hatillo. A partir de esas aprehensiones, se extrajeron testimonios que involucraban a opositores en la trama golpista contra Chávez que habría sido acordada durante un almuerzo en el Country Club.
Uribe, es a su vez el padrino político del actual Jefe de Estado de Colombia, Iván Duque, quien realiza innumerables esfuerzos, junto a otros gobiernos de la región latinoamericana, por derrocar al actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
El gobierno de Duque, de acuerdo con denuncias hechas por el activista Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar ubicada en el Norte de Santander, habría apoyado al diputado Juan Guaidó en su ingreso a Colombia a través de las trochas el pasado 23 de febrero.
Según Cañizares este hecho se evidencia en la publicación de una serie de fotos en las que se observa cómo rinden honores militares al líder opositor venezolano, en una cancha que presuntamente es utilizada por agrupaciones paramilitares para delinquir.
Así como la cancha, el territorio donde ésta está ubicada es controlado por Los Rastrojos, lo que en opinión de Cañizares dificulta que se haya realizado una operación de esa magnitud sin la participación de la banda.

La participación de Los Rastrojos en el resguardo de Guaidó ese 23 de febrero quedaría demostrada también, con las fotografías recientemente publicadas en las que el Diputado aparece posando junto a dos lideres de la banda, una de las cuatro agrupaciones irregulares que se disputan el control en la frontera colombiana.
Sin embargo, una evidencia aún más contundente serían los nexos hallados entre el exlider de Los Rastrojos Wilfredo de Jesús Torres Gómez «alias Necoclí» y el dirigente de Voluntad Popular, Roberto Marrero, mano derecha de Guaidó.
De acuerdo con el paramilitar, detenido gracias a documentos y mensajes extraídos de los equipos de computación de Marrero, su presencia en Venezuela habría sido coordinada por la oposición para ejecutar acciones desestabilizadoras en contra del Gobierno del presidente Maduro.
Alias Necoclí, detenido en marzo de este año en la ciudad de Valencia, es el segundo cabecilla de Los Rastrojos capturado por el Gobierno venezolano, luego de que en 2016 dieran de baja en un enfrentamiento a Walter Raúl Silva, alias cara e’ vieja.
ARG