En Venezuela los movimientos feministas empiezan a plegarse como uno solo a partir del femicidio de la estudiante de danza de 29 años Mayell Hernández, un caso que conmocionó a la población y despertó a la sociedad en torno a este flagelo social.
Tras el mal manejo inicial del caso de Mayell, que generó una demanda colectiva de justicia en el país latinoamericano, han surgido otras demandas por otros femicidios, entre ellos el femicidio de de Ingrid Josefina Sequera Vargas de 40 años y de su hija Yacbel Sofía Sequera Vargas de 8 años.
El doble femicidio tuvo lugar en en San Agustín del Sur, en la ciudad de Caracas, el sábado 22 de septiembre. Este martes el Cicpc capturó al presunto homicida, un adolescente de 17 años de edad que era sobrino de la víctima, quien fue trasladado a la División contra Homicidios donde fue interrogado, el resultado fue la confesión del adolescente.
El implicado en el doble homicidio está estudio por parte de un grupo interdisciplinario, con el fin de establecer si padece algún trastorno psiquiátrico que lo llevara a cometer el asesinato.
Venezuela se convierte en el escenario de un fenómeno social sin antecedentes, en el que los movimientos sociales y feministas decidieron salir a las calles a reclamar por cada femicidio que se cometa y a exigir se cumplan las leyes con las que cuenta el país suramericano para proteger a la mujer.
Por su parte el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, instó a los diputados de esta instancia a promover «una gran campaña de protección y divulgación» de las las leyes en defensa de la mujer y sancionar la violencia de género .
EC