La Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) en Estados Unidos (EE. UU.) está drogando rutinariamente a los niños inmigrantes sin el consentimiento de sus padres, según revelan documentos filtrados a los medios.
«Cuando los niños se oponen a tomar tales medicamentos, los obligan. La institución no requiere ni pide el consentimiento de los padres, ni recurre a autoridades legales para que lo consientan”, asegura el texto.
La mayoría de las denuncias apuntan al Centro de Tratamiento Residencial Shiloh, en Manvel, Texas. Pero los abogados que tienen acceso a los registros médicos de sus clientes, dicen que el problema es generalizado.
Los juristas, han visto el uso de medicamentos psicotrópicos en todas las instalaciones, donde el Gobierno Federal tiene menores no acompañados, pero señalaron que los únicos casos de inyecciones forzadas que documentaron ocurrieron en Shiloh.

La madre de una niña identificada en los registros judiciales como Isabella M., dijo que los medicamentos eran tan fuertes que su hija se caía y era incapaz de caminar.
Actualmente hay unos 200 niños bajo custodia federal.
Las condiciones de detención probablemente agravan los problemas de salud mental que sufren los niños migrantes, según el decano de Trabajo Social de la Universidad de Texas, Luis Zayas, quien entrevistó a docenas de niños en centros de detención familiar.
Activistas sociales, alegan que los grupos de asistencia legal, los disuadieron de presentar demandas, porque temen que cierren los fondos para estos establecimientos.
Sin embargo, en los últimos cuatro años, recibieron 1.500 millones de dólares para alojar a niños migrantes.

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