Dos ciudadanos rusos han sido identificados como posibles responsables del asesinato por envenenamiento al exespía Sergei Skripal y su hija Julia, ambos también de nacionalidad rusa.
Según Scotland Yard y fiscales británicos existen suficientes pruebas para acusar a Alexander Petrov y Ruslan Boshirov del asesinato ocurrido, en la ciudad Salisbury de Reino Unido, el pasado mes de marzo, por lo que han emitido orden de detención europea.

La primera ministra, Theresa May, refirió que las investigaciones relacionado a los sospechosos con el servicio de inteligencia militar de Rusia (GRU).
Rusia responde a Reino Unido
Por su parte, Yuri Ushakov asesor del Kremlin, rechazó las acusaciones y calificó el resultado de la investigación de «contradictorios».
«No entiendo qué señal nos envía el Reino Unido, resulta difícil comprenderlo (…) esos apellidos no me suenan (…) hubo un comentario de Scotland Yard de que los apellidos eran supuestamente inventados», dijo Ushakov.

Desde lo sucedido contra los Skripal en suelo británico, el gobierno de Vladímir Putin ha denunciado el comportamiento del Reino Unido, y ha sostenido que las acusaciones en su contra no tienen ningún precedente, y que al parecer apunta más hacia un tema de visibilidad política.
Al menos 20 países, incluyendo Estados Unidos, han expulsado a diplomáticos rusos desde entonces, lo que reafirma que las medidas contra Rusia buscan disminuir su importancia geopolítica frente al imperio norteamericano.
NA