El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, acusó a las autoridades británicas de «destruir sistemáticamente las pruebas y evidencias físicas» en vez de proporcionar a Rusia información alguna sobre lo ocurrido en el caso Skripal.
Mencionó que las mascotas de la familia fueron sacrificadas y se eliminaron las pruebas de los lugares que visitaron los Skripal poco antes del incidente, como el bar, el restaurante y el banco donde fueron encontrados el ex espía ruso y su hija.
El Comité de Investigación ruso publicó en su canal oficial de YouTube un vídeo con los primeros resultados de su investigación. Allí dan seguimiento a todo el camino del ex agente, desde el aeropuerto en Moscú hasta su embarque en el vuelo hasta Londres.
No es un dato menor que en el informe de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (Opaq) no hay elementos que confirmen la versión británica del envenenamiento al exespía Serguéi Skripal por parte de Rusia.
De hecho, el estudio solo confirmó la sustancia química usada –que podría ser producida en cualquier laboratorio que disponga del equipo apropiado- sin datos algunos sobre la procedencia.
El Reino Unido se niega a toda cooperación con Rusia en la investigación pues Moscú formuló 47 preguntas sobre el caso, pero la parte británica respondió parcialmente solo a dos.
El gobierno de Putin mantiene que el incidente en Salisbury y el presunto ataque químico en la ciudad siria de Duma están relacionados: «Es una provocación para agravar la división entre Rusia y la Unión Europea”.
Pakistán, India, Brasil y Sudáfrica son algunos de los países que apoyan la postura rusa.
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