Con una deuda pública que supera los 20 billones de dólares, la nación norteamericana rompe el récord histórico de endeudamiento registrado en los últimos cuarenta años.
El pasado 8 de septiembre el presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó una ley que permite al Departamento del Tesoro de EE.UU. superar el límite de 19,94 billones fijados en 2016.
El volumen de la deuda es de 20,165 billones de dólares con un déficit público estimado para finales del 2017 de 693.000 millones de dólares. El endeudamiento de EE.UU. supera 104% su PIB, es decir que este país ya debe más dinero que lo que es capaz de generar en un año. Cada segundo que pasa la deuda de EE.UU. aumenta 27.762 dólares. Un total de 61.900 dólares de deuda pública recae en cada ciudadano y 16.700 dólares en cada contribuyente.
Los mayores poseedores extranjeros de obligaciones de deuda pública de EE.UU. son: China (1.146,5 millones de dólares), Japón (1.090,8), Irlanda (302,5) y Brasil (269,7), según estimaciones de junio de 2017.
EE.UU. -un país que históricamente ha vivido de la guerra- ha venido acumulando varias derrotas en sus incursiones que afectan su rentabilidad y retorno de su inversión en la industria armamentística en el Medio Oriente y de grupos mercenarios como el Estado Islámico.
Durante el gobierno de Barack Obama la deuda de este país casi se duplicó en 19,9 billones de dólares. Siria, Afganistán, Yemen, Irak, Pakistán, Somalia y Libia fueron bombardeados durante la presidencia de Obama.
Mientras la Oficina de Presupuesto del Congreso de EE.UU. estima que la deuda federal aumentará en los próximos 30 años hasta alcanzar el 150% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2047, varios analíticos se preguntan si las constantes amenazas de Donald Trump contra Rusia, Corea del Norte y Venezuela, son parte de una nueva aventura belicista que busca recuperarse de sus incursiones fallidas en Siria e Irak.
AMR