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En Bolivia, Arturo Murillo, el ministro de Gobierno de la presidenta de facto Jeanine Áñez, lanzó este martes una seria y dura amenaza contra los manifestantes indígenas que exigen la celebración de elecciones generales en el país. «Lo políticamente correcto sería meter bala» a los movimientos sociales, enfatizó el funcionario.
El presidente depuesto por el golpe de Estado de 2019, Evo Morales, denunció y condenó las declaraciones de Murillo. Al respecto, recordó que los únicos responsables de las protestas son quienes conforman la administración de facto, porque en dos ocasiones han postergado la fecha de los comicios de forma arbitraria.
El ministro de gobierno de facto de #Bolivia, Arturo Murillo, declara a CNN: "Lo políticamente correcto sería meter bala" a movimientos sociales que protestan por postergación comicios en carreteras. Sepan quiénes son los desaforados y violentos y están armados. pic.twitter.com/fgJowyJp5D
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) August 11, 2020
Desde hace días, manifestantes indígenas realizan bloqueos de carreteras en respuesta a los oídos sordos del gobierno de facto. A través de Twitter, Morales les envió un mensaje para evitar que las situación se torne en una especie de guerra civil.
«No debemos caer en las provocaciones de quienes nos quieren llevar a la violencia. Solo con el pueblo en el poder, democrática y pacíficamente, podremos resolver la crisis, y eso significa elecciones ya, con fecha definitiva e inamovible», enfatizó.
Cinco meses de cuarentena y gobierno de facto inició recién proceso de licitación para comprar 176 respiradores para terapia intensiva, tras el negociado que hizo por similar número de equipos; esto es un atentado contra la vida y salud pública que compete al Ministerio Público. pic.twitter.com/O1lOdEtl3r
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) August 11, 2020
Protestas en Bolivia se han intensificado
Las protestas iniciaron el 3 de agosto en rechazo al aplazamiento de las elecciones generales. Sin embargo, se convirtieron esta semana en una movilización que demanda la renuncia de Jeanine Áñez.
Desde entonces, los manifestantes indígenas y no indígenas han sido amenazados por efectivos policiales y militares, con el propósito de poner fin a las protestas.
En días recientes, la Central Obrera Boliviana (COB) exhortó a los manifestantes a permitir el paso de oxígeno e insumos médicos. La idea es no perjudicar la situación de los hospitales nacionales en su lucha contra el Coronavirus.
A las protestas se le suman diversas fuerzas sociales en la nación suramericana. No solo se reclama una fecha definitiva de las elecciones sino también la renuncia de la presidenta de facto.
En ese sentido, habitantes y organizaciones sociales de varios municipios denuncian atropellos de la administración de Añez. También condenan que grupos paramilitares atacaran con proyectiles a los ciudadanos que se encontraban en una movilización pacífica y popular.
NB / VTactual