El 2018 está siendo un año catastrófico para los agricultores y granjeros alemanes quienes han perdido la mayoría de las cosechas por la ola de calor y la sequía que ha azotado a todo el norte de Europa.
Expertos temen que los peligrosos efectos climatológicos recientes –caracterizados por las altísimas temperaturas y las torrenciales lluvias– sean el anuncio de drásticos efectos del cambio climático.
Joachim Rukwied, presidente de la asociación de agricultores alemanes, señaló que las pérdidas en los ingresos llegará a 70%. Así que el daño alcanza miles de millones.
«La mayoría de los campos de girasoles están muertos y los otros están subdesarrollados. Cuando falta agua, la naturaleza se rinde, tenemos que decirlo claramente. No vamos a tener ninguna cosecha significativa «, se lamenta un granjero.
Los campesinos germanos esperan recibir mil millones de euros de ayudas estatales para paliar las pérdidas, aunque no será inmediatamente.
La ministra de agricultura dijo que va a esperar hasta finales de agosto para decidir sobre la concesión de las ayudas en función de la magnitud del daño.
Estados Unidos, Grecia, Escandinavia, Suecia, Finlandia, Italia y Noruega, también reportan fuertes incendios ya que el verano es uno de los más abrasadores de la historia.
ER