Las olas de calor arrecian en varias partes del mundo, entre ellas, las inmediaciones de Atenas, donde un incendio provocó la muerte de 26 personas. El mes de julio ha registrado récords continuos de altas temperatura.
En Europa, el termómetro traspasó los 32 grados en las fronteras de Escandinavia, sellando valores récord en las estaciones meteorológicas del Círculo Polar Ártico.
En el área meridional de Suecia, Finlandia y Noruega, reportaban fuertes incendios y muertes. Incluso Reino Unido se descubrió la necesidad de bañarse varias veces al día, ya que el verano es uno de los más abrasadores, en una semana en la que se esperan picos de 34 grados. En Italia, las olas de calor se alternaron con mal tiempo, que produjo una serie de inundaciones y daños a la agricultura.

Fuera de Europa, el calor de Japón causó 80 muertos y al menos 22 mil ingresados en hospitales, cuando a principios del mes de julio más de 200 personas perdieron la vida por culpa de lluvias torrenciales. En algunas ciudades, se superaron los 40 grados, temperaturas que rozaron también en las dos Coreas. En América del Norte las cosas no fueron mejores, en Montreal, Canadá, se llegó a los 36,6 grados y el calor causó al menos 70 muertos en Quebec.

En Estados Unidos, hubo picos de 40 grados, especialmente en Colorado, Kansas y Oklahoma. Mientras que en Dallas el termómetro osciló entre los 42 y 43 grados, durante al menos cuatro días continuos.
Expertos aseguran que esta serie de anomalías naturales, es uno de los efectos del calentamiento global.

El climatólogo Michael Mann, asegura que los impactos del cambio climático no son nada sutiles y se están haciendo ver en tiempo real bajo la forma de olas de calor sin precedentes, inundaciones, sequía e incendios.

MT