“Venezuela es un desastre”, declaró el presidente de Estados Unidos Donald Trump, al ser consultado sobre la decisión del país bolivariano de abandonar la Organización de Estados Americanos, entre otras cosas, por violentar el derecho internacional y facilitar la injerencia extranjera en sus asuntos internos.
«Estoy muy triste por Venezuela, muy triste de ver lo que ha pasado. Es una situación muy triste”, dijo el jefe de Estado del país que hace 18 años intenta echar mano de la principal reserva del mundo y no ha podido, debido a la ratificación de la soberanía venezolana.
Sin embargo, nadie puede tomar en serio las declaraciones del presidente Trump, que apenas a cien días de haber iniciado su mandato está a punto de la paralización de su Gobierno, pues el congreso de ese país no llega a un acuerdo presupuestario para cancelar la nómina de trabajadores. La situación podría llegar al despido temporal de los empleados federales. La respuesta del presidente fue: «Veremos qué pasa. Si hay un ‘cierre’, hay un ‘cierre'»… Sí, es ese el jefe de Estado que califica a Venezuela como un desastre.
Recientemente un presentador de noticias de Russia Today opinó que en lo que lleva de gobierno «Trump ha tenido 100 días para demostrar que no ha demostrado nada», en referencia a sus fallidos intentos de políticas antiinmigrantes en Estados Unidos.
Sin embargo, no hay que olvidar que a pesar de sus promesas electorales, ya bombardeó Afganistán y Siria y mantiene al mundo en vilo ante la posibilidad de una confrontación con Corea Del Norte.
Cuando califica a Venezuela de ser un desastre, ¿Estará Trump viendo la paja en el ojo ajeno?
JS