Luego de recibir una demanda por parte de EEUU, en voz del secretario de Estado Mike Pompeo, en la que solicitaban que Rusia renunciara al petróleo de Venezuela, el ministro de Asuntos Exteriores ruso Serguéi Lavrov, expresó su indignación por el comportamiento injerencista de los funcionarios estadounidenses y recordó que los negocios con el país caribeño están enmarcados en las reglas avaladas por la Organización Mundial del Comercio.
Lavrov, quien evidenció como EEUU continúa irrespetando el derecho internacional, acusó a un «pequeño grupo de países» liderados por el inquilino de la Casa Blanca de idear una serie de reglas en beneficio propio e intentar imponerlas al resto de la comunidad internacional.
Asimismo, denunció que dichas actitudes pueden ser «contagiosas» y que el diputado Juan Guaidó, ya ha manifestado que Caracas debe suspender la venta de crudo a Cuba.
El pasado lunes Pompeo acusó a la mayor petrolera rusa, Rosneft, de violar las sanciones estadounidenses y le conminó a cesar la compra de crudo a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
La empresa Rosneft, que tiene grandes intereses y varios proyectos conjuntos en Venezuela, rebatió las exigencias de Washington con un comunicado en el que asegura que «no se dedica a la política y realiza únicamente actividades comerciales en interés de sus accionistas». Además, anunció que estudia las consecuencias de la solicitud de EEUU y que hará valer sus derechos como empresa ante la comunidad internacional.
ARG