Esta semana el gobierno italiano someterá a referéndum el destino de la propiedad de La planta de Ilva en Tarento (Italia), planta siderúrgica más grande de Europa, y con ello el destino de sus trabajadores.
El pacto, que deberá ser ratificado por las asambleas de trabajadores, incluye la continuidad de 10.700 empleados -frente a los 10.300 que se preveían al inicio de la negociación- incentivos para la prejubilación y un compromiso de recolocación como muy tarde en 2025 para los excedentes que no encuentren empleo alternativo

«El elemento fundamental es que no hay despidos», dijo el secretario general de la Unión Italiana de Trabajadores de la Metalurgia, Rocco Palombella.
Tras el cambio de Gobierno en Italia, el Ejecutivo formado por el antisistema Movimiento Cinco Estrellas y la Liga frenó la venta por considerar que el plan de Arcelor-Mittal no era satisfactorio a nivel de empleo. El vicepresidente Luigi Di Maio mandó incluso que se analizaran las condiciones en las que se había desarrollado el concurso público para ver si se podía anular.
La compañía Arcelor-Mittal ganó en 2017, con el Gobierno italiano del Partido Demócrata, la adjudicación de la planta de Ilva, en Tarento, que llevaba casi cuatro años bajo administración concursal y con severos problemas económicos.
ILVA, es una sociedad por acciones sucesora de otra anterior fundada en 1905, cuyo principal objeto social es la producción y transformación de acero en dos establecimientos ubicados en las ciudades de Taranto, el mayor, y Génova.
OS