Las recientes amenazas del gobierno de EEUU a Venezuela no son más que una estrategia aplicada con la pretensión de adueñarse del petroleo venezolano, tal y como lo ha querido hacer durante la historia con muchos países, en especial con los del Caribe.
Sin embargo, ahora el juego no se les ha hecho tan fácil, pues la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cuenta con alianzas directas con Rusia y otros productores que le están complicando el mercado a EEUU.
La salida más fácil para ellos es atacar a Venezuela, uno de los principales productores de la región. En su intento por aislar al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro en el plano regional, la administración de #DonaldTrump ha ofrecido el suministro de petróleo a fin de convencer a los países caribeños de que den la espalda a Venezuela.
En marzo de 2018, el gobierno de EEUU construyó una gran instalación militar en la provincia oriental de Deir Ezzor, en Siria en una zona rica en petróleo.
La práctica de EEUU es aplicar sanciones a los países y así buscar de reducir la producción, tal y como pasó en Irán. El presidente, Hasan Rohani, anunció que la exportación del petróleo persa había decaído por las sanciones que aplicaron al país en 2017 y que afortunadamente se incrementó en noviembre de 2018 pese a sanciones.
El caso de Irán vale la pena recordarlo debido a que una de las soluciones que buscó aplicar Irán, para que las los ataques de EEUU no afectaran su producción fue sacar a su país del pacto nuclear sellado en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (integrado por EEUU, el Reino Unido, Rusia, China y Francia y Alemania).
Aún así #DonaldTrump siguió aplicando medidas e instó a otros miembros de la OPEP a que aumentaran la producción de crudo con tal de detener por completo las exportaciones iraníes. Amenazó, además, con establecer sanciones a cualquier entidad o persona que hicieran negocios con el país persa.
El petróleo ha influido de muchas maneras en los actuales conflictos de Siria e Irak y el gobierno de EEUU está detrás. En Siria se han producido enfrentamientos por un recurso que es relativamente escaso.
El gobierno sirio se ha visto obligado a ceder el control sobre zonas en las que hay campos petrolíferos, y varios grupos rebeldes y tribus locales las han ocupado para explotarlos.
Mientras tanto, el gobierno ha tenido que recurrir a Irán, su principal aliado en la región, para financiar el suministro de petróleo necesario para su propia supervivencia y así evitar la intromisión directa de EEUU.
NB