El presidente de EE.UU, Donald Trump arremetió contra el pueblo venezolano durante su intervención en la 73 sesión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
«Todas las naciones del mundo deben resistir al socialismo y a la miseria que trae a todos», e instando a otros países a unirse a EE.UU. en el llamamiento por el restablecimiento de la democracia en Venezuela. Asimismo, ha anunciado la imposición de nuevas sanciones contra el «círculo interno» y los «asesores cercanos» de Maduro.

Por su parte los mandatarios de Brasil y Ecuador han promovido una campaña para incentivar la ayuda para atender la crisis migratoria de sus países, que según informan es generada por el éxodo de venezolanos en América Latina y así dar apoyo para restaurar la democracia en Venezuela.
El primero en intervenir en este sentido fue Michel Temer, presidente de la República Federal de Brasil, quien informó que su país han mantenido una política migratoria de ayuda a los venezolanos que «huyen de la crisis que atraviesa el país y que buscan refugio en territorio barsilero».
Sin embargo, el El canciller venezolano Jorge Arreaza respondió a las acusaciones del presidente norteamericano y a las pretensiones de los presidentes latinoamericanos ofreciendo una rueda de prensa donde calificó de radical y muy electoral el discurso del presidente Donald Trump.
«El presidente norteamericano Idiologizó el discurso contra Venezuela», y «los ataques de Trump contra países como Venezuela y Cuba se transforman para él en votos (…) con esta posición, la Administración de Trump responde a una estrategia planificada que pretende destruirlo todo con el unilateralismo” aseguró.
Mientras que desde Venezuela, el presidente de la República, Nicolas Maduro, ha rechazado contundentemente las sanciones impuestas por Estados Unidos, y ha asegurado que Venezuela solicitará a la Organización de Naciones Unidas (ONU) 500 millones de dólares con el propósito de financiar el Plan Vuelta a la Patria.
OSM