La caravana conformada por al menos 7 mil migrantes continúa su paso hacia EEUU y desecha las amenazas de #DonaldTrump y Enrique Peña Nieto, este último en obediencia a presiones de Washington, sobre enviar al Ejército a la frontera México – EEUU para impedir su paso.
La marcha que inició en San Pedro Sula, Honduras, el pasado 13 de octubre, responde a la búsqueda de una mejor calidad de vida tanto en lo social, como en lo económico y político.
Los migrantes han declarado que la falta de empleo, el índice elevado de pobreza, inseguridad y alto costo de la vida, han sido razones suficientes para luchar y alcanzar por nuevas oportunidades que les permita suplir necesidades básicas, como alimentación, vestido, vivienda y educación.
#DonaldTrump ha reiterado su discurso y asegura que no permitirá su paso al país norteamericano y cortaría los fondos que entrega a naciones centroamericanas (Guatemala, Honduras, El Salvador) por no haber impedido el avance de la caravana como ordenó en un principio.
Entretanto, pese a que el aun presidente Peña Nieto había mostrado indicios de ayuda a los más de 7 mil migrantes centroamericanos, la visita del secretario de Estado de EEUU. Mike Pompeo, logró cambiar su discurso y ahora habla de «soberanía« y sentencia con no seguir permitiendo su paso en el país.
Por su parte, el presidente electo de México, Manuel López Obrador, intenta establecer un consenso con el país vecino y ha pedido a los gobernadores en funciones y electos, que brinden garantías a los centroamericanos que se encuentren en el territorio nacional.
Los marchantes guatemaltecos y hondureños en su mayoría, ya han avanzado y se encuentran en Tapachula, México, y se espera que continúen este martes su viaje hacia la frontera con EEUU, a unos 3 mil kilómetros de distancia. Lugar donde esperan entrar y pedir asilo.
NA