El presidente de Argentina, Mauricio Macri, estuvo de visita oficial por Rusia, asunto que pareciera haber pasado por debajo de la mesa en la agenda de los medios de comunicación internacionales.
La razón de ello es que aparentemente no trascendió nada destacable aparte de algunos asuntos comerciales, salvo la emoción del argentino por conocer a Putin. Uno de los pocos puntos destacados fue el hecho de que pese a las evidentes conexiones políticas e ideológicas que mantiene con Estados Unidos y sus gobiernos, el presidente austral expresó que “Argentina le da mucha importancia a la relación estratégica global con Rusia”.
Un hecho que sí es notable fue el rotundo silencio que obtuvo Macri tras plantear su intromisión en asuntos de Venezuela. Ante el claro cinismo del empresario, cuyo gobierno ha elevado la cantidad de pobres en su país y cuyo sistema judicial ha beneficiados a centenares de genocidas y esbirros de las dictaduras militares, Putin solo observó fijamente al mandatario sudamericano en silencio y pasó al siguiente punto.
JA
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