El presidente español y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, vuelve a estar en el centro del debate público por casos de corrupción.
Esta vez, por las declaraciones de Ricardo Costa, segundo mayor responsable del partido en Valencia. Éste reconoció, el pasado miércoles ante la Audiencia Nacional, que la formación se financió con “dinero negro”.
“Sí, es cierto que el PP se financiaba con dinero negro en los actos de campaña electoral de 2007”, señaló Costa, en referencia a las elecciones regionales celebradas en Valencia en aquel año, en las que ganó su partido. En aquel entonces, fungía como secretario general del PP valenciano hasta su salida en 2009.
Posteriormente Rajoy, en un gesto que podría interpretarse como ineptitud o ingenuidad política, o en el peor de los casos, como el más desvergonzado cinismo, aseguró durante una entrevista en Onda Cero, que en el partido que dirige hay 700 mil militantes y solo «7, 8, 10, 15 o 20 personas» se han visto involucradas en «esos temas». Lo cierto es que no sabe cuántos son. O no quiere saber.
Cabe recordar que nada más por el caso Gürtel, se han encontrado indicios de corrupción o financiación irregular en el PP de Madrid, Valencia, Galicia, Castilla y León y del propio partido a escala nacional, de acuerdo con investigaciones del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Gran lío en Valencia
Con respecto a las declaraciones de Costa, éste reconoció que la campaña del 2007 estuvo financiada ilegalmente mediante aportaciones en efectivo de empresarios que tenían adjudicaciones con el Gobierno valenciano, manejado por PP.
Costa aseguró que la financiación de la campaña se encargó a Orange Market, una de las empresas vinculadas a una de las mayores tramas de corrupción en España, investigada en el caso Gürtel, y ahora en una de sus ramificaciones en Valencia.
El responsable de esa empresa, Álvaro Pérez, aseguró que quien decidió en el PP valenciano darle ese negocio fue nada más y nada menos que Francisco Camps, presidente del PP valenciano y muy cercano a Rajoy. Costa hizo el mismo señalamiento.
Ante tal panorama, el jefe del Gobierno español, insistió una y otra vez en que “no sabía nada de todo esto y estaré ante lo que digan los tribunales”. A su juicio, “todo lo que tenía que hacer el partido, ya lo ha hecho. Todas las personas que están en los tribunales ya no están en el PP”.
Lo cierto es que Rajoy, presidente de la formación conservadora desde el 2004 y miembro de la dirección desde 1989, no sale de un escándalo de corrupción en el PP cuando ya es salpicado por otro.
En su defensa, siempre usa el mismo argumento: «No sé, no sabía». Al parecer es mucho lo que desconoce o pretende desconocer.
JA