El golpe de Estado impulsado en Venezuela por los opositores Juan Guaidó y Leopoldo López, sumó militares a su propósito utilizando una operación de falsa bandera con la que engañaron a buena parte de los oficiales de la Fuerza Armada que les acompañaban y buscaban un enfrentamiento entre militares.
De acuerdo con lo expuesto por un grupo de militares, quienes supuestamente lograron escaparse de la insurrección, los lideres de la operación los prepararon desde el día lunes diciéndoles que recibirían condecoraciones y un noticia que les cambiaría la vida.
«A las 3:00 de la mañana nos llevaron a retirar los fusiles del helicoide para supuestamente tomar el penal de Tocorón, en donde un grupo de mil presos estarían armados con fusiles y serían sacados a la calle para que actuaran contra el pueblo», relató en un vídeo uno de el primer teniente Jairo Vetermin.
Asimismo, aseguró que fueron llevados al distribuidor Altamira para sostener una supuesta reunión con los comandos del Sebin y el FAES, con quienes irían supuestamente a tomar el control de Tocorón.
«Pero no fue así. Cuando llegamos aquí nos entregaron unos brazaletes azules, nos mandaron a trancar la vía y nos dijeron que esto era un golpe de Estado«, relató el militar.
El efectivo señaló como responsables a un comandante de la Guardia Nacional de nombre Rafael Soto Manzanares, un mayor de apellido Sequera y otro comandante de apellido Sánchez Ilich.
Al darse cuenta de la situación, los militares lograron replegarse para abandonar la operación golpista y acantonarse en la base aérea La Carlota.
ARG