El empeño de la Unión Europea (UE) por reducir las emisiones de CO2 que contaminan el ambiente, ahora aplica también a los camiones. Los ministros de Medio Ambiente de la UE han acordado exigir a los camiones y vehículos pesados, como autobuses, una reducción obligatoria de sus emisiones de CO2 del 30 % para 2030.
La medida se hace respecto a los niveles de 2019, con un paso intermedio del 15 % en 2025. Se trata de la posición común de las capitales de cara a la negociación que tendrá lugar el próximo año con el Parlamento Europeo, que por su parte reclama recortar las emisiones de ese tipo de vehículos al 35 % en 2030.
El acuerdo incluye un sistema de supercréditos, con bonificaciones para los fabricantes de vehículos de cero o bajas emisiones, y un sistema de préstamo y débito, que permite a un fabricante equilibrar un bajo rendimiento de emisión específico anual con el objetivo de otro año.
Además se plantea un sistema de penalización para aquellos fabricantes que excedan su objetivo de reducción en dos fases: 4.000 euros por cada gramo de CO2/t/ km de exceso entre 2025 y 2029, y 6.800 euros a partir de 2030.
Este planteamiento ahorrará alrededor de 54 millones de toneladas de CO2 entre 2020 y 2030, lo que equivale a las emisiones totales anuales de CO2 de Suecia.
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