La competencia por La Moncloa ha llegado a su recta final. El próximo domingo 28 de abril, los candidatos conocerán la decisión de los súbditos del Reino de España que según las encuestas podría beneficiar a Pedro Sánchez, actual Jefe de Gobierno de ese país. Mientras tanto, continúan los análisis del último debate televisado que tuvo como punto central una discusión sobre el proceso independentista catalán.
El apoyo de los nacionalistas catalanes al Gobierno fue el reproche recurrente de Pablo Casado y Albert Rivera a Sánchez en prácticamente todos los bloques de la contienda. Ante las especulaciones, el candidato negó haber establecido un pacto con los independentistas, pero dejó dudas sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con el partido Ciudadanos para garantizar la formación de su gobierno, en caso de ser electo.
Casado también atacó a Sánchez por las políticas económicas aplicadas durante sus 10 meses de gobierno. El candidato del Partido Popular aseguró que de obtener la victoria, el PSOE llevaría al Reino de España a la ruina. Luego de esgrimir esta critica, aseguró que su gestión bajaría los impuestos y crearía 400 mil nuevos puestos de trabajo.
Por su parte, Albert Rivera del partido Ciudadanos, adoptó un papel más agresivo, tanto contra Sánchez como contra Casado, y retomó el tema independentista asegurando que el país afronta «una situación de emergencia nacional» por el tema de Cataluña. También trajo al debate temas propios de su postura liberal, como por ejemplo el apoyo a la eutanasia, que ha protagonizado en las últimas semanas las principales páginas de los medios.

Sin embargo, el mayor acierto de Rivera fue la presentación de una larga lista con los nombres de todos los dirigentes del PSOE implicados en corrupción. Asimismo, mostró su desacuerdo con Casado sobre la ley del aborto, hasta asegurar que la intención del presidente de los populares de volver a la ley del 85 les distingue porque su partido cree que la normativa actual es razonable y debe mantenerse.
Pablo Iglesias, del partido de izquierda Podemos, mantuvo su discurso a favor de aumentar los impuestos a las clases más favorecidas para mejorar el ingreso dirigido al pago de pensiones, la ejecución de proyectos educativos, de salud y vivienda. También fue el único que planteó temas olvidados en la discusión, como la situación de las zonas rurales.
La ley electoral española impide publicar encuestas a partir del martes hasta los comicios del domingo, por lo que no será posible medir el impacto de los dos debates televisados en los aproximadamente seis millones de indecisos que se calcula existen en el país.
ARG