El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su gobierno decidió frenar el paso de las caravanas de migrantes que intentan atravesar el país para llegar a EEUU para garantizar la seguridad de los ciudadanos centroamericanos que las integran.
El Jefe de Estado recordó que la violencia es mayor en los estados del norte y que por eso tratarán de mantener y atender a los migrantes en el sur, específicamente en Chiapas, en donde actualmente se ubica la mayor cantidad de los más de cinco mil centroamericanos que circulan por el territorio mexicano.
«No queremos que tengan libre paso, no solo por cuestiones legales sino por cuestiones de seguridad. Desgraciadamente, en el norte hemos tenido problemas de asesinatos de migrantes en otros tiempos», aseveró.
Con estas medidas, la gestión de López Obrador busca combatir el tráfico de migrantes llevado a cabo por los llamados coyotes, quienes cobran por trasladar a los migrantes en la frontera norte.
«Queremos que se cuiden los migrantes primero y que se den opciones para que trabajen en el sur del país», sostuvo López Obrador, quien lamentó que deban abandonar sus países por «la falta de oportunidades y la violencia». Con estas declaraciones, el Primer Mandatario estaría confirmando su política de puertas abiertas en beneficio de estos ciudadanos.
Durante una rueda de prensa, insistió en que para frenar el éxodo latinoamericano es necesario abordar las causas profundas de este fenómeno, entre las que ha destacado la pobreza y la violencia en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Desde el pasado 1 de diciembre, fecha en que López Obrador asumió la jefatura de Gobierno, su gestión ha impulsado un plan de entrega de visas por razones humanitarias para los migrantes centroamericanos que cruzan el país con destino a EEUU.
ARG