El presidente electo de Colombia, Iván Duque, visitó la sede de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, en donde conversó con el padre Francisco de Roux, presidente de ese órgano, sus propuestas para mejorar los acuerdos de paz y lograr un gran pacto nacional de unidad.
“Pudimos expresar nuestras observaciones para mejorar los acuerdos de La Habana y darle al pueblo colombiano la posibilidad de un gran pacto nacional para unirnos en defensa de la legalidad, estabilización y reconciliación de nuestro país”, dijo Duque.
Medios locales destacaron que los funcionarios conversaron sobre la información reservada que pidió la Comisión al Ministerio de Defensa -sobre los hechos ocurridos durante el conflicto armado-.
Según Duque y la vicepresidenta electa, Marta Lucía Ramírez, quienes serán investidos el próximo 7 de agosto, la conversación fue franca.
La Comisión está presidida por el sacerdote jesuita Francisco de Roux, el periodista e historiador Alfredo Molano Bravo y otros expertos en Derechos Humanos.
A pesar de la creación de esta instancia, analistas insisten en que mientras no se reconozca la existencia de una sistematicidad en los asesinatos y ataques contra líderes y defensores de derechos humanos en el país es -para las organizaciones sociales- una forma de ignorar la dimensión que ha adquirido el problema en Colombia.
No es un dato menor que las luchas por el acceso a la tierra y a los recursos naturales -así como por la justicia social y la rendición de cuentas- impulsan la violencia contra aquéllos que desafían el poder de las élites económicas y políticas. No obstante, el conflicto armado se usa como un pretexto para justificar y ocultar este tipo de violencia.
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