“¡Aquí no hay libertad de expresión!”, claman con absoluta libertad de expresión las pantallas de televisión, las ondas de las radios y las páginas de los diarios. Eduardo Galeano, sobre la extraña dictadura venezolana.
Venezolana de Televisión es el canal del Estado venezolano, alrededor de 1.500 trabajadores hacen vida en esta planta, asediada en múltiples oportunidades por la intolerancia política y el odio incubado en la militancia opositora. «El único canal de televisión clausurado en Venezuela, el canal 8, no fue víctima de Chávez sino de quienes usurparon su presidencia, por un par de días, en el fugaz golpe de Estado de abril del año 2002″, explica Galeano en el mismo texto.
Por estas razones, se encendieron una vez más las alarmas cuando la derecha anunció una marcha hasta la sede de VTV, con la excusa de exigir que se transmita la verdad, pues para ellos la única que existe es lo que tienen en su ombligo y no los logros de millones de venezolanos que tienen esa señal como único espejo y referencia.
Una vez llegada la movilización, que para no perder la costumbre tenía factores violentos al frente, uno de los representantes de la extraña dictadura, el ministro para la Comunicación y la Información, Ernesto Villegas, recibió a un grupo de estudiantes que no solo entraron a la sede del canal, sino que sus peticiones y exigencias fueron transmitidas por la señal del mismo VTV.
Los estudiantes increparon al ministro sobre las informaciones emitidas por esa planta televisiva sobre el asesinato del joven Juan Pernalete, a lo que Villegas contestó que se trata de las investigaciones periodísticas que se han realizado, y las explicaciones de las autoridades, según las cuales Pernalete fue asesinado a quemarropa con una pistola de perno.
Los invitó además a pronunciarse por el asesinato de tantos otros venezolanos en medio de las manifestaciones violentas, en particular, quienes perdieron la vida por ataques, tratando de pasar las barricadas que ponen los militantes opositores para trancar las calles.
Sobre la posición que está asumiendo actualmente Luisa Ortega Díaz, Fiscal General de la República respecto a la muerte de Pernalete, Villegas los invitó a reflexionar, «si lo de la fiscalía fuera verdad, ustedes no podrían decirle preso político a Leopoldo, porque esa misma fiscalía fue la que lo acusó».
«Nosotros no apoyamos la impunidad, al contrario, por ejemplo las víctimas de la guarimba están esperando desde 2014 para que se haga justicia». En este contexto, Villegas les preguntó si estaban o no conscientes de que con ellos marchaban grupos violentos.
Les advirtió a este grupo de nueve jovenes que estuvieron en VTV, que estos factores «quieren destruir a Venezuela, nosotros queremos un país grande donde quepamos todos sin que se rieguen de sangre sus calles». Por esta razón los conminó a participar de la Asamblea Nacional Constituyente , «ustedes los jóvenes tienen un espacio allí, su voz merece ser escuchada», les dijo.
Finalmente los invitó a participar en la programación de VTV, «este es su canal y pueden venir cuando quieran», insistió.
Requesens: rechazamos la violencia venga de donde venga
Rafaela Requesens, dirigente estudiantil de derecha, se mostró bastante ofuscada, gritando y alterada durante la conversación con el funcionario.
Y es que, en medio de las movilizaciones que desde hace dos meses ha protagonizado la oposición, cuya vanguardia va encapuchada, con bombas molotovs y armas caseras, anunciaron que este viernes llegarían a la sede de VTV, y lo hicieron. Un cordón de seguridad cortaba el paso antes de la entrada de la planta televisiva, porque rodaron amenazas de tomar de nuevo el canal, como efectivamente lo hicieron durante el golpe de Estado en abril de 2002.
«Pedimos que se retracten de las informaciones que este canal ha estado difundiendo», dijo la exaltada joven, aunque no especificó a qué se refería. «Rechazamos la violencia venga de donde venga», acotó. Sin embargo, en la movilización hasta la sede de VTV venían acompañados, de los grupos extremistas, listos con sus implementos de guerra.
Desde dentro del canal se grabaron imágenes contundentes que muestran la acción de estos grupos extremistas y entre ellos, un niño. Tomando en cuenta que la utilización de niños, adolescentes e indigentes dentro de las actividades políticas de la oposición venezolana es un hecho público y notorio.
Las contradicciones
En medio de lo que este sector estudiantil denuncia como una dictadura, fueron recibidos en el canal del Estado, se transmitieron completos sus testimonios y peticiones al ministro Villegas, sin embargo, Santiago Acosta, otro dirigente estudiantil que tomó la palabra, dijo frente a los micrófonos que en Venezuela no hay un Estado de Derecho. Diría Eduardo Galeano, que esta es otra prueba del mundo al revés.
JS