El periodista mexicano Javier Valdés Cárdenas, autor del libro «Narcoperiodismo» y corresponsal del diario La Jornada, y colaborador de AFP y del semanario Ríodoce, fue asesinado a balazos este lunes por sicarios en Culiacán, informó el periódico Ríodoce de la capital de Sinaloa, estado del noroeste de México.
«El periodista de Ríodoce, Javier Valdez Cárdenas, fue asesinado hace unos momentos por la calle Vicente Riva Palacio, de la colonia Jorge Almada», informó el periódico.
Según reportes de las autoridades de Sinaloa, Valdez Cárdenas caminaba por la avenida Riva Palacio «cuando unas personas a bordo de un vehículo rojo le dispararon hasta arrancarle la vida».
El cadáver del periodista «quedó tendido en medio de la calle, a unos metros del diario donde trabajaba», reportó por su parte La Jornada.
Este sicariato se convierte en el quinto periodista asesinado tan solo en lo que va de año.
Ese mismo periódico de circulación nacional sufrió el 23 de marzo de este año la muerte de Miroslava Breach, corresponsal en el estado de Chihuahua, asesinada a tiros al salir de su casa.
Valdez Cárdenas, autor de la columna «Mal hierba», presentó a finales del año pasado su libro «Narcoperiodismo, la prensa en medio del crimen y la denuncia», donde narra historias de reporteros víctimas de la delincuencia.
De acuerdo con el primer reporte del noticiario radial Imagen, los sicarios huyeron en un auto de la víctima y lo abandonaron en otro lugar cercano donde abordaron otro automóvil para escapar.
Valdez Cárdenas fue galardonado con el Premio Internacional a la Libertad de Prensa 2011, por el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, en inglés), con sede en Nueva York.
El periodista publicó numerosos trabajos sobre narcotráfico y violencia en México, y en su libro examinó «la historia de reporteros que ejercen su oficio a pesar de los riesgos que representa» en el país más peligroso para el ejercicio del periodismo en el continente americano.
Un investigador respetado
El periodista fue fundador del periódico Ríodoce, un medio respetado por su rigor en la cobertura de las acciones del crimen organizado en el corazón del narcotráfico: en la ciudad de Culiacán, estado de Sinaloa.
Otras obras destcadas de Valdez incluye títulos como «Huérfanos del Narco», «Los Morros del Narco», «Miss narco» y «Con una granada en la boca».
Ese último volumen, que cuenta cómo viven los periodistas en una redacción infiltrada por el narcotráfico, examina «la preocupación de mirarnos de frente y hacia adentro» por parte de los periodistas y la prensa que cubre esos temas, dijo en una entrevista con La Jornada en octubre de 2016.
«No hablamos solo de narcotráfico, una de nuestras acechanzas más feroces; hablamos también de cómo nos acecha el gobierno», explicó el periodista que investigó el mayor problema de seguridad del país y la principal amenaza de la prensa en México.
El escritor, uno de los más reconocidos en México sobre la materia, fue uno de principales fundadores de Ríodoce, publicación que ha dado numerosas primicias con sus pesquisas, solo comparada con el Semanario Zeta de Tijuana, ciudad fronteriza con EEUU, en el estado de Baja California (oeste).
Investigaciones de ese periódico como el ataque contra la finca de la madre del jefe del Cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán alias El Chapo, quien fue recientemente extraditado a EEUU, suelen ser retomadas por medios donde se desempeñan los más acuciosos periodistas.
Medios de investigación del país, como las revistas Proceso, los portales Animal Político, Sin embargo o Aristegui Noticias reproducen sus trabajos.
«Señalamos también a los empresarios, a los dueños y ejecutivos de los medios, que priorizan el negocio, que están más preocupados por la ganancia que por contar la historia de lo que está pasando en nuestro país, o de lo que pueda pasarles a sus reporteros», relató en aquella ocasión, con motivo de su nueva obra, el periodista asesinado.
Aumenta la violencia
La violencia en México contra los periodistas sigue sin freno desde hace años.
El fin de semana pasado siete periodistas de varios medios fueron asaltados, amenazados de muerte y despojados de sus cámaras, computadoras, celulares y tarjetas de crédito cuando cubrían hechos de violencia en el estado sureño de Guerrero.
En los últimos seis meses 15 periodistas han sido asesinados en América Latina, siete de ellos en México, lo que convierte al país en el más peligroso para ejercer la profesión en la región.
Desde 2010, la cifra de periodistas asesinados en México se eleva a 52 periodistas y se incrementa a 122 muertos desde el año 2000, además de otras muchas agresiones, de acuerdo con un recuento de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Extrañamente, esto no parece ser una preocupación para los gobiernos latinoamericanos obsesionados con Venezuela, cuando México representa el país más violento del hemisferio, debido a los miles de asesinados y desaparecidos tras años de impunidad.
Con información de Sputnik
JA