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La guerra contra Venezuela: «frenar el desarrollo de una opción mundial para los pueblos»

La llegada del Gobierno bolivariano al poder en Venezuela, encabezado al principio por Hugo Chávez y ahora por Nicolás Maduro, ha significado un golpe para la política imperial de Estados Unidos, por cuanto esto ha limitado su poder en la región latinoamericana.

La influencia de Venezuela, sus decisiones y posiciones de soberanía y autodeterminación, manejo de sus recursos naturales, y sobretodo, la búsqueda de una agenda mundial que apunte hacia la multipolaridad, son muy mal vistas por el pretendido hegemón mundial.

En tal sentido, desde el año 1999, EEUU ha emprendido todo tipo de acciones injerencistas: amenazas, documentos, financiemiento a dirigentes golpistas y manuales de golpe suave y guerra psicológica, forman parte del repertorio en 20 años contra la nación caribeña, sin tener los resultados deseados.

No obstante, en la actualidad las amenazas arrecian, mientras un bloqueo económico y financiero ha aumentado el cerco contra el país, y las voces que anuncian guerra o una incursión militar, alzan el tono.

Por tal motivo, VTActual.com entrevistó a Walter Formento, sociólogo, Presidente del Centro de Investigaciones en Política y Economía de Argentina, para conocer su análisis en torno a las amenazas que se ciernen sobre Venezuela. La entrevista ha sido transcrita textualmente.

En el contexto del derecho internacional, ¿Cómo se califica la actuación de EEUU respecto a lo que ocurre en Venezuela y el reconocimiento de un usurpador como presidente interino?

En el contexto internacional de la institucionalidad desarrollada, esta práctica de EEUU sobre Venezuela se califica como injerencia ilegal en las decisiones de una nación soberana. Lo cual es refrendado por las decisiones tomadas en el marco de la Organización de la Naciones Unidas –ONU-.

Es un injerencismo el de EEUU al reconocer una autoridad ilegitima institucionalmente y más aún porque incluso promovió, financió y formó a esta persona para tal objetivo con un plan premeditado de mediano y largo plazo de preparación. Lo que significa que no es contra el presidente institucional Maduro sino un plan premeditado con anterioridad para hacerse del control de territorio venezolano y sus riquezas materias y estratégicas, sea cual fuere el gobernante legítimo que en ese momento se encuentre en el gobierno.

¿Está Venezuela ante una amenaza militar estadounidense?

Venezuela de ninguna manera puede ser una amenaza en ningún sentido para una de las grandes potencias mundiales en lo militar, económico, científico y tecnológico que es EEUU.

Venezuela es un país en vías de desarrollo no una potencia con capacidades expansionistas e injerencistas sobre otros países. Venezuela no tiene en toda su historia un antecedente de política injerencista ni expansionista. EEUU tiene más de 150 años de historia con antecedentes de políticas injerencistas, expansionistas, anexionistas y de invasiones por guerras militares, financieras y otros medios.

En cambio, los intereses de la derecha financiera republicana (Tea Party), con sus halcones Pence-Bolton-Pompeo, sí expresan una amenaza real de injerencismo por todos los medios: guerra financiera, militar, social, comunicacional, etc. Porque esta fracción de intereses financieros norteamericanos necesita por “todos los medios” frenar el desarrollo de una opción mundial para las naciones y los pueblos, que se manifiesta como multipolarismo BRICS, con China-Rusia-India como sus más importantes actores.

Como para esta opción BRICS es muy importante la energía y los alimentos para mover y alimentar a sus grandes poblaciones y capacidades industriales, la asociación con toda américa latina es clave. Pero no solo es clave Venezuela por sus recursos naturales en energía, sino también México y el Caribe, y en alimentos son claves Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia y Paraguay.

Por lo tanto, la amenaza de intervención militar, y por otros medios, está planteada para este sector del gobierno de EEUU como estratégicamente necesaria frente a la realidad de su declive histórico en su capacidad de proyectar poder. En la fase de declive los intereses de los poderes financieros siempre están en su momento de mayor peligrosidad y agresividad para todos los pueblos, las naciones y la humanidad en su conjunto.

En síntesis, el problema para ellos no es Venezuela. Todo lo que dicen de Venezuela son solo justificaciones frente a la necesidad de confrontar con los BRICS. Venezuela es solo una pieza en su jugada de desestabilización mundial de los grandes actores estratégicos que ascienden como opción para el mundo. Pero en esta maniobra de debilitar a los BRICS atacando a indirectamente, EEUU se vuelve una gran amenaza no solo para Venezuela sino también para toda América Latina, África y el Medio Oriente.

En ese escenario ¿cuál cree usted que debería ser la respuesta de los países de América Latina?

Los países de América Latina en su conjunto como demostración de soberanía nacional, tendrían que poder manifestarse en defensa de la soberanía nacional de Venezuela y en la elección de sus autoridades institucionales.

La acción de algunos países de seguir la decisión injerencista de EEUU sobre Venezuela muestra el grado de injerencia y pérdida de soberanía de estos países frente al grado de injerencia que EEUU ya tiene en la economía, en las finanzas, en las fuerzas armadas, de seguridad y policiales incluso con bases y tropas propias en esos países.

El desarrollo de esta soberanía tuvo su máxima expresión en el desarrollo de la institucionalidad compartida denominada Unasur (Unión de Naciones Suramericanas). Esta institucionalidad (Unasur, Celac) es el modo en que más avanzó la demostración de soberanía de los países de América Latina. Por ello fue permanentemente boicoteado por EEUU y Reino Unido, lo cual demuestra que los países injerencistas y expansionistas están en contra del desarrollo de la soberanía nacional de otros países.

¿Tiene sustento entonces la decisión del presidente Nicolás Maduro de romper relaciones con EEUU?

El presidente Nicolás Maduro, en representación institucional de la nación venezolana tiene todo el respaldo institucional nacional e internacional para romper relaciones diplomáticas con EEUU, porque las acciones injerencistas que el Gobierno de EEUU, en las personas de Pence-Bolton-Pompei, ha iniciado al reconocer como autoridad en Venezuela a una persona que no ha sido institucionalmente electa para ese cargo un acto de ilegalidad internacional. Una injerencia con la intención de imponer una autoridad no electa ni institucionalmente ni legítimamente por la sociedad venezolana.

Esta acción injerencista de EEUU no es nueva, es una acción que ya ha realizado en otros países con los mismos objetivos inmediatos y estratégicos. EEUU ha desconocido las instituciones de los países que tienen autoridades electas legítimamente pero que no aceptan subordinarse a los intereses estratégicos de EEUU.

¿Qué opina de la reacción de Europa en este cerco contra Venezuela?

El núcleo de los poderes actuales en la Europa continental Alemania-Francia-Italia se encuentra enfrascado en otros conflictos prioritarios en Oriente Medio, África y principalmente en el Brexit. Por lo tanto, optan por dejar hacer a EEUU para poder seguir con sus conflictos prioritarios. Intuyen además que cualquier escenario que EEUU elija respecto a Venezuela para nada le será fácil de resolver e incluso, con la experiencia reciente en Siria-Irán-Irak-Turquía, podría llegar a complicarse a tal punto que lo debilite aún más de lo que ya está.

Una debilidad que se muestra no solo en la incapacidad de salir del estallido de la burbuja financiera en la que se metió luego de la crisis de 2008, en la cual aún se encuentra y en enero de 2019 ya hay muestras que se agrava a punto de estallar nuevamente.

Jessica Sosa

http://bit.ly/2BP5Aik

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