“Convirtieron el día más feliz de mi vida en una pesadilla”, es la trágica conclusión a la que llegó Marianny Rodríguez, mujer de 30 años que perdió a su bebé durante el parto en el hospital Luis Ortega del estado Nueva Esparta, isla del Caribe que pertenece a Venezuela.
La denuncia corresponde a un nuevo caso de violencia obstétrica, ocurrido el pasado 16 de septiembre en dicho recinto médico, donde los médicos, enfermeros y personal de turno la abandonaron por un tiempo luego de no lograr salvar a su hija. “Me dejaron sola casi 15 minutos más, abierta, con el cuerpo de la bebé a unos metros”, relata.
“Si como primeriza (fue así), no me quiero imaginar para las demás”, lamenta Rodríguez, quien se encuentra realizando las demandas pertinentes con apoyo del jefe de la unidad, Pedro Medina, quien le dio orientación e instó a la pareja a presentar ante la Fiscalía la denuncia por violencia obstétrica.
Les dijo que lo ocurrido “se aleja mucho del parto humanizado y él no quiere que estando como jefe del servicio de ginecobstetricia se repita esa situación”, cuenta la madre, quien añade que el mismo funcionario le pidió relatar el caso con lujo de detalles: nombres, horas, cubículos. “Fuimos bien explícitos”, señala Rodríguez.
“Sabemos que eso no va a devolvernos a la niña pero se evita que sigan pasando estas cosas”, sería una de las pocas consecuencias positivas de la tragedia por la que está pasando su familia en este momento.
En Venezuela, actualmente se está dando un proceso de promoción y marco legal para el parto humanizado, tanto en instituciones públicas como en clínicas privadas del sistema de salud nacional.
Sin embargo, recientemente se ha dado un preocupante incremento de casos como este sufrido por Rodríguez, y los números reflejan un crecimiento en la tasa de mortalidad materna e infantil, como reseñamos en una reciente entrevista con la especialista venezolana Nancy Bello.
JI
Del sueño de Chávez: las computadoras Canaimitas para niños llegan al Delta del Orinoco en Venezuela