En una nueva reunión del denominado Grupo de Lima, que reúne a doce países latinoamericanos y caribeños, dichas naciones ratificaron su desconocimiento de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), instalada en Venezuela tras la elección de sus constituyentes por más de ocho millones de venezolanos.
En el documento, que consta de ocho puntos, amenazan con «redoblar esfuerzos para alcanzar una salida pacífica y negociada a la crisis que enfrenta Venezuela», lo que continuamente se traduce en ataques en instancias internacionales, declaraciones de voceros contra las políticas implementadas y hasta acciones de desestabilización interna, auspiciando en algunos casos las prácticas del extremismo local.
El encuentro de los cancilleres de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú se dio en el marco de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (OEA).
En la nueva declaración, los países que suscriben el documento mantienen la misma tónica que mediáticamente se ha sostenido contra el gobierno venezolano: represión, violación de Derechos Humanos, persecución y presos políticos.
Sin embargo, se vieron obligados a reconocer y aplaudir la iniciativa de República Dominicana como mediadora en una nueva mesa de diálogo entre las autoridades venezolanas y representantes de la Mesa de la Unidad Democrática, coalición de partidos opositores, en busca de resolver el conflicto entre ambas partes y los problemas que aquejan a la población.
JI