Carles Puigdemont anunció que renuncia «provisionalmente» a ser candidato y propone a Jordi Sánchez como candidato de JxCAT a presidir el Govern de Cataluña, dada su situación judicial que ordena su detención al entrar a España.
Argumentó que con su decisión quiere facilitar que las instituciones catalanas sigan gobernadas por el independentismo y no por «el autoritarismo del 155». Agregó que es momento de «activar las instituciones republicanas».
Así, Puigdemont pidió desde Bélgica al presidente del Parlament, Roger Torrent, que inicie lo más pronto posible una ronda de contactos para proponer a Sànchez como «nuevo candidato como presidente del gobierno autonómico».
Algo que no suena nada alentador ni trae muchas soluciones, pues el proceso para hacer que el privado libertad, Jordi Sánchez, ejerza la función de President, será largo y tedioso y no hay seguridad de éxito, más aún, cuando el propio Ministro de Justicia, Rafael Catalá, dijo que es «difícil» pensar en un presidente autonómico que esté «en prisión».
Denuncia al Estado
Además, el ex President de la Generalitat aprovechó para reclamar al gobierno que según éste, lo que «han hecho daño a personas y a familias solo por castigar a un pueblo». «Hemos de defender nuestros derechos democráticos», aseveró.
Puigdemont explicó que han pasado más de dos meses desde las elecciones, en las que ha recordado que «ganamos las elecciones» y que el Partido Popular decide «con solo 4 diputados en Cataluña decide el futuro de nuestro gobierno».
DC