La Junta de Supervisión Fiscal (JSF) de Estados Unidos recortó en casi 345 millones de dólares al presupuesto de Puerto Rico, luego que se venciera el plazo de los legisladores para presentar su proyecto económico de cara al 2019.
El presidente de la JFS, José B. Carrión III, indicó que tras la demora por parte de los parlamentarios de la isla la Junta ha certificado un presupuesto revisado, en cumplimiento con el plan fiscal y “aunque será un reto no podemos darnos el lujo de desviarnos«, subrayó.
Los ajustes para los puertorriqueños se traducen en el aumento de impuestos, matrículas universitarias, la reducción del pago de liquidaciones, los días de descanso laboral (vacaciones) y permisos en caso de enfermedad.

Las reacciones por parte del ejecutivo puertorriqueño no se hicieron esperar, el gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, rechazó categóricamente la imposición de la Junta, razón por la que pidió una sesión extraordinaria para derogar el decreto impuesto.
En este sentido, Rosselló, firmó el presupuesto que realizaron los legisladores del Congreso de Puerto Rico y no el que aprobó la junta estadounidense.
NP