La mayoría de los medios de comunicación no podían dar crédito a lo que decía #DonaldTrump durante un mítin de su campaña presidencial en Tulsa, Oklahoma: «Las pruebas (diagnósticas de Covid-19) son un arma de doble filo (…) Ahora hemos hecho pruebas a 25 millones de personas. Cuando haces tantas pruebas encuentras más personas. Vas a encontrar más casos. Entonces le dije a mi gente: ‘¡Ralenticen las pruebas, por favor!”.
Hubo que escuchar grabaciones, preguntar “¿dijo lo que escuché que dijo?”… Un periodista de Reuters tuvo que salir de dudas y se dirigió a un funcionario de la Casa Blanca, por cuanto el líder supremacista confesó que ordenó disminuir la escala de las pruebas de la infección para no «encontrar más casos».
Pero, como es costumbre, un leal trabajador de la sede del Ejecutivo salió en su defensa al aseverar que sólo estaba “bromeando” sobre su llamado a una desaceleración en las pruebas: «Obviamente estaba bromeando. Estamos liderando en pruebas a nivel mundial y hemos realizado más de 25 millones de pruebas».
Despectivo a morir
En Tulsa no sólo lanzó aquella perla. El “exmagnate” inmobiliario se refirió al Covid-19 como “kung flu”, un juego de palabras en el que une un vocablo de origen chino con el término ‘flu’ (gripe, influenza), con el cual pretendió aludir al origen asiático del virus.
“Una enfermedad, que, sin duda, tiene más nombres que cualquier otra enfermedad en la historia”, expresó y añadió: “Puedo nombrar ‘kung flu’, puedo nombrar 19 versiones diferentes de su nombre». En marzo ya había provocado indignación internacional, pero principalmente en el gigante asiático, al referirse al coronavirus como “el virus chino”.
FF/VTactual.com
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