El reciente escándalo de la detención del ex futbolista francés, Michel Platini, por su presunta vinculación con irregularidades en la atribución de la Copa del Mundo 2022 a Qatar, vuelve a destapar los escándalos de corrupción de la FIFA y hace pensar en cuán conveniente es la prolongada permanencia en cargos relevantes dentro del organismo, por parte de las mismas personas.
Platini fue presidente de la UEFA (Confederación de Fútbol de la Unión Europea), entre 2007 y 2015, está inhabilitado para ejercer cargos dentro de la FIFA durante cuatro años por su presunta violación del código ético de esa organización deportiva por aceptar cobros ilegales. En ese entonces el ex presidente de la FIFA, Joseph Blatter, también acusado de corrupción, aprobó el pago a Platini de 1,8 millones de euros por trabajos realizados años atrás.
El ex astro francés fue detenido en su país por las autoridades locales para que rindiera testimonio en las averiguaciones sobre la trama de corrupción que otorgó a Qatar la sede de la Copa del Mundo de 2022. La Fiscalía Financiera de Francia abrió una investigación en 2016 sobre este controversial tema, por el cual ya han rodado varias cabezas en la FIFA y hay varios detenidos.
Además de Platini, las investigaciones alcanzaron a Sophie Dion, ex consejera del ex presidente francés Nicolas Sarkozy, y al ex secretario general del Palacio del Elíseo Claude Guéant, quienes fueron llamados a declarar en este caso.
Tanto Dion como Guéant deberán declarar por su participación en una reunión que sostuvo el ex mandatario francés junto a Platini, con autoridades cataríes en el Palacio del Elíseo en 2010, cita en la que existe una fuerte presunción de que se favoreció, dinero de por medio, a la nación árabe para albergar el torneo de fútbol más importante para el año 2022.
RB