Miles de trabajadores peruanos protagonizaron este jueves una huelga nacional de 24 horas para exigir la derogación de la reforma laboral propuesta por el presidente Martín Vizcarra, quien asumió el cargo en marzo del 2018 tras la dimisión de Pedro Pablo Kuczynski, envuelto en un escándalo de corrupción.
La reforma amenaza el trabajo no registrado, incrementa el despido injustificado de empleados y las contrataciones temporales.
Por otra parte, los sindicatos de Perú critican que este proyecto se aprobara a espaldas del pueblo y se anunciara a un medio peruano que hizo pública la información el 31 de diciembre del año pasado, a pocas horas de año nuevo.
La llamada Política Nacional de Competitividad y Productividad, rige hasta el 31 de diciembre del 2030 y propone nueve objetivos presentados por el Gobierno que, en resumen, plantean: la dotación de infraestructura, incorporar mejoras tecnológicas, lanzar mecanismos de financiamiento local y externo, agilizar los procedimientos judiciales para que las empresas tengan mayor previsibilidad, facilitar las condiciones para el comercio exterior y promover el cuidado ambiental.
Asimismo, plantea cambios en la situación de los trabajadores. Por un lado, incentiva las capacitaciones y la reducción de la brecha existente entre el sistema educativo y el mercado laboral. Por el otro, estipula modificaciones para reducir la informalidad (trabajo no registrado) en las empresas más pequeñas.
ARG