La Organización de las Naciones Unidas (ONU) mostró su preocupación ante un incremento de los niveles de pobreza en Brasil, debido a la recesión económica.
“Tuvimos una reducción en los últimos años, pero con la crisis de hoy en día, existe el riesgo de que la población vuelva a los niveles de pobreza anteriores”, consideró la representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Brasil, Maristela Baioni.
Según el Indice de Desarrollo Humano Municipal (IDHM), realizado por ese organismo de la ONU, Brasil aumentó su índice de 0,738 a 0,761 entre 2011 y 2014, reduciéndose en 9,3 por ciento el número de personas con una renta familiar per cápita inferior a 75 dólares. Entre 2000 y 2010, la reducción fue de una media de 3,9 por ciento anual.
De acuerdo con el PNUD, la reducción de la pobreza responde a los programas gubernamentales de transferencia de renta iniciados con el mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, continuados por su sucesora Dilma Rousseff.
En ese sentido, el director del PNUD, Didier Trebucq, insistió en que Brasil debe aumentar los esfuerzos para la promoción del desarrollo humano, ya que más de 224 millones de latinos corren el riesgo de volver a la pobreza.
El gobierno de Michel Temer ha anunciado recortes en los programas de asistencia a los más desfavorecidos, por la grave crisis económica que vive el país, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 3,8 por ciento en 2015 y 3,5 por ciento este año.
Aparte de la crisis económica, el gobierno de Temer impulsa la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC 55) que será discutida hoy por segunda vez en el Senado brasileño, la cual tiene como finalidad congelar por 20 años la inversión en derechos fundamentales como educación, salud y vivienda.
Miles de brasileños en 11 estados del país se congregaron hoy para realizar actos y manifestaciones callejeras en contra de la PEC 55, según estimó la Central Única de los Trabajadores (CUT), que junto a los frentes Brasil Popular y Pueblo sin Miedo convocó a las demostraciones.
El pasado viernes, el relator especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos de la Organización de Derechos Humanos (ONU), Phillip Alston, manifestó que esta propuesta representa «una medida radical, desprovista de cualquier matiz y compasión. Afectará con mucha más fuerza a los brasileños más pobres y vulnerables (…) Para Brasil los derechos sociales no serán la prioridad a lo largo de los próximos 20 años», reprobó.
Con información de Telesur, Prensa Latina y Xinhua.
JA