La batalla por las elecciones europeas se adelanta de manera vertiginosa luego que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, enfrentara ante el parlamento europeo un informe que solicitaba la suspensión a Ungría del derecho de voto en el Consejo Europeo.
El panorama plantea una profunda reconfiguración del Parlamento, la más reñida en 40 años. “La votación contra Orbán ha sido el pistoletazo de salida de la campaña de las europeas” porque “todo el mundo ha empezado ya a tomar posiciones” en relación al voto, señala a medios locales un veterano europarlamentario.
Mientras, el Partido Popular Europeo (PPE) intentan recomponer la situación de su partido en búsqueda de un consenso en el que debe decidir si castigar o no a uno de sus principales miembros.

Lo que generó el informe contra Orban es su postura radical ante la migración en Europa, que plantea cerrar las fronteras a la inmigración, solicitud que confronta a la de Angela Merkel quien coquetea con una política de asilo «más relajada».
El tema migratorio se ha convertido en la causa de fractura de la Unión Europea, bloque que atraviesa una crisis económica con políticas de austeridad impuestas por Merkel que se extienden hasta los migrantes que llegan a continente.
EC