Suecia celebrará este domingo 9 de septiembre las elecciones generales que podrían dar un vuelco al actual escenario político del país. Los ultraderechistas Demócratas Suecos aspiran obtener un resultado sin precedentes que les permita manejar los hilos del futuro gobierno y cambiar el estatus de la ola de migrantes que llevan 3 años en el país.
Los anteriores comicios fueron en 2014, un año antes de que cientos de miles de migrantes y refugiados llegasen a Europa en la mayor ola migratoria que llegaba a ese país desde la Segunda Guerra Mundial.
Más de 160.000 personas llegaron en 2015 al país nórdico huyendo de la pobreza y la guerra que también ha alertado los supuestos riesgos de seguridad derivados de estas migraciones lo que trajo consigo un repunte de los crímenes violentos e incidentes vandálicos en los últimos años.
El electorado del Reino de Suecia elegirá 349 miembros que formarán el Riksdag –el Parlamento sueco–, un órgano que deberá designar y aprobar a un primer ministro. Los últimos sondeos pronostican una ajustada victoria del oficialista bloque de centroizquierda y una votación récord de la ultraderecha que, por cuarta vez consecutiva, duplicaría su masa de votantes.
Según un promedio de las últimas consultas, la coalición de centroizquierda, y en particular la socialdemocracia liderada por Stefan Löfven, perdería al menos 15 miembros en el Riksdag.
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