La reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) realizada en Cancún, México, pretendía aprobar una resolución en contra de Venezuela, incluso tenía entre sus planes tratar de impedir la elección y la instalación en el país de la Asamblea Nacional Constituyente.
Como ya ha pasado en otras ocasiones que se ha pretendido agredir la soberanía venezolana, la reunión acabó sin consenso alguno.
En esta reunión se debatió la crisis política venezolana mediante dos declaraciones que pedían al presidente Nicolás Maduro reconsiderar su llamado a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), garantizar el respeto a los derechos humanos y entablar un diálogo con la oposición facilitado por un grupo de países; y una segunda que indicaba que la solución de la crisis del país era un asunto de carácter interno.
Ninguna de las dos fue aprobada en la sesión, por lo que varios cancilleres expresaron su descontento ante el resultado de la votación, entre ellos el canciller de Costa Rica, Manuel González Sanz, que aseguró que la OEA le quedó mal no solamente a la comunidad internacional, sino también a millones de venezolanos que “tenían una gran esperanza y una gran confianza” en que la Organización actuaria con “responsabilidad”.
Además predijo que la “inacción” que la OEA decidió, será reprochada y debilitará al Organismo.
Asimismo secundó las intervenciones de los cancilleres de Brasil, México, Chile y Paraguay, expresando su deseo porque la discusión sobre Venezuela quede abierta. También lamentó que la OEA haya “omitido el llamar las cosas por su nombre”, a la vez que hizo pública su preocupación por “el mensaje que se envía a tantas personas que aspiran a vivir en paz” y en estabilidad.
“La crisis de Venezuela, no es una crisis de Venezuela. Es una crisis del hemisferio. Nos involucra a todos”, aseguró González. Sin embargo, este ciudadano deja de lado la crisis que vive México con la desaparición y asesinatos de centenares de periodistas. Al parecer, Venezuela es el único tema que les importa a ciertos países vinculados con la derecha venezolana (Brasil, Chile, México, Paraguay, entre otros).
Fue la Venezuela de verdad, la independiente y soberana la que triunfó en este encuentro. La canciller Delcy Rodríguez enfatizó que la nación bolivariana ya no está en la OEA y que no reconocerá ninguna resolución de este organismo resulte.
También aseguró desde México que la Asamblea Nacional Constituyente es el mayor diálogo que tendrá el país a partir del 30 de julio, cuando se realicen las elecciones de los constituyentes.
NGM