Tras las declaraciones de figuras de la NBA como Stephen Curry y Lebron James contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, otras estrellas del deporte gringo se han seguido sumando a la ola de protestas contra el mandatario.
Esta vez fue la estrella histórica de la NBA, Michael Jordan, quien se refirió a la actitud de Trump como una demonización contra “aquellos que ejercen su derecho de expresarse pacíficamente”. El astro agregó que apoya «al comisionado Adam Silver, a la NBA, sus jugadores y a todos aquellos que desean ejercer su derecho a hablar libremente”.
La máxima autoridad de la liga de baloncesto, Adam Silver, había señalado previamente en un comunicado que estaba «orgulloso de la reacción de sus jugadores” por ejercer un papel activo «en la crítica de asuntos importantes».
El entrenador del equipo Miami Heat, Erik Spoelstra, aseguró a su vez que a lo interno del conjunto de Florida los jugadores sienten “exactamente lo mismo que los jugadores en las otras ligas y los otros equipos vieron este fin de semana”.
Uno de sus jugadores, el experimentado Udonis Haslem, consideró que Trump “debería ser respetuoso”. Otras estrellas, como Bradley Beal, de Washington Wizards, han ido más allá. “Payaso” fue el calificativo que encontró Beal para referirse al inquilino de la Casa Blanca.
En la NFL, liga de fútbol americano, la respuesta también se ha hecho presente. Durante el partido correspondiente a este fin de semana, los Dallas Cowboys se arrodillaron en pleno ante el himno nacional. Incluso el dueño de la franquicia, Jerry Jones, participó de la protesta que se ha ido haciendo cotidiana en la NFL por las continuas actitudes racistas del mandatario norteamericano.
Todo esto ocurre luego de que el primer mandatario cargara contra jugadores de la NFL, llegando incluso a declarar contra uno de los que se arrodilló, llamándolo “hijo de puta” y sugiriendo que quienes incurrieran en dichas protestas deberían ser vetados por sus propios equipos.
JI