En medio de su discurso, luego de ser juramentado por una Asamblea Nacional en desacato frente a los Poderes del Estado venezolano, el diputado Julio Borges acusó de nuevo al Gobierno de ser una dictadura, en un acto público, con presencia de medios nacionales e internacionales y con participación de diputados revolucionarios y opositores.
Las palabras del nuevo presidente de la AN ratificaron que la oposición continuará con la agenda de la violencia para salir de un Gobierno electo por mayoría. Ofreció un discurso amenazante en el que reiteró que el Parlamento, con récord de sesiones suspendidas por falta de quórum, decretará el abandono del cargo del Presidente de la República e incluso llamó a la Fuerza Armada a participar en lo que él llamó la defensa de la Constitución, «luchar sin miedo y hacerlo en todos los espacios para salvar la Constitución», dijo el diputado e indicó que esa defensa depende del rol que jueguen los militares.
Borges, cuyo partido político nació de un hecho de corrupción, ( la «donación» de dinero por parte de una funcionaria de PDVSA cuyo hijo, Leopoldo López militaba en la organización política), dijo que era necesario luchar contra la corrupción.
Descalificó una vez más al Consejo Nacional Electoral y dijo que el chavismo se había robado las elecciones en varias oportunidades, sin embargo alabó las elecciones en las que la oposición alcanzó la mayoría de los diputados de la AN.
Borges, quien en abril de 2002 participó en un golpe de Estado durante el cual derogaron la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, hoy pide defenderla porque asegura que el jefe de Estado está fuera del texto constitucional.
Al culminar la sesión del Parlamento, el jefe del Bloque de la Patria Héctor Rodríguez calificado discurso de Julio Borges como agresivo e inconstitucional: «Esa silla del presidio activa la ganas de ser candidato presidencial, hoy no vimos un discurso de un diputado que va a dirigir la Asamblea Nacional», indicó.