Iván Simonovis, recordado por encabezar la masacre de ciudadanos venezolanos durante el golpe de abril del 11 de abril de 2002, ejecutado contra el presidente Hugo Chávez, ahora figura como uno de los representantes del diputado Juan Guaidó ante el mundo, irónicamente, en materia de seguridad.
El recién designado Coordinador Especial de Seguridad e Inteligencia de Venezuela ante EE. UU., dejó atrás su pasado como asesino para emprender una campaña de hostigamiento contra el país que lo vio nacer.
Junto a Carlos Vecchio, otro prófugo de la justicia venezolana, dirige el lobby intervencionista en apoyo a Guaidó, estableciendo alianzas con instituciones estadounidenses como la agencia de Administración para el Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés).

Asimismo, sostiene reuniones con otros funcionarios de EE. UU. como el senador Rick Scott, quien le ha manifestado su entera disposición de participar en el proceso de desestabilización del legitimo gobierno venezolano, liderado por el presidente Nicolás Maduro.
Sus esfuerzos porque la comunidad internacional olvidé su prontuario, no podrán con la historia de cada una de las 19 víctimas asesinadas selectivamente gracias a la estrategia que ideó, ordenó y ejecutó para derrocar a Chávez.
ARG