¿Qué tiene en su mente un hombre que pide una invasión para su propia patria? ¿Qué piensa cuando se mira en el espejo? ¿A los ojos de su familia? ¿pueden dormir tranquilos? Tal vez son preguntas muy ingenuas que se haría cualquiera que sea parte de eso que llamamos «humanidad».
No obstante, la cabeza visible de la desestabilización en Venezuela, Juan Guaidó, autoproclamado como presidente interino de Venezuela, parece tener sus preocupaciones en otras prioridades. Tras el fracaso de lo que el presidente venezolano Nicolás Maduro ha calificado como un «golpe eléctrico», el dirigente opositor insistió este martes en retomar las acciones violentas de calle.
«Cuando escucho: ‘187 ya’, ‘intervención, ya’; lo entiendo claramente, pero les digo responsablemente que hemos dado los pasos necesarios. No tengan duda de que vamos a ejercer nuestras competencias«, dijo frente a su público, que pide a gritos una intervención militar extranjera.
Al salir de allí y aupar de nuevo a la violencia, se fue a un lujoso hotel, donde no padecía los estragos por la falta de energía eléctrica y agua que imperaba aún en la nación suramericana, a tomarse medidas para un cambio de look.
Cambiar su ropero, es la preocupación de Guaidó, mientras azuza a los hijos de otros a la violencia. Eso si, ropa de diseñador. La información trascendió gracias a la encargada de diseñar el ajuar del pretendido presidente, Mara Montauti, quien colocó en su cuenta en Instagram una foto, después de tomar las medidas del ejecutor de las acciones de Estados Unidos contra Venezuela.
JS