Tal vez PanAm Post o New York Times publiquen algunas semanas más tarde su versión sobre el intento de nuevo golpe de Estado en Venezuela, y entonces la opinión pública la dé por buena. Lo cierto es que las informaciones que maneja el gobierno del país suramericano tienen sustento e involucran peligrosamente a muchas personas de la vida pública de la nación.
VT Actual repasa los datos más relevantes de esta investigación en 7 claves de una masacre frustrada en Venezuela
7. 57 horas de grabaciones
Gracias a la infiltración de efectivos de inteligencia que llevaban meses tras esta operación, los cuerpos de seguridad recabaron casi 57 horas de grabaciones de video, audio y llamadas telefónicas obtenidas de los implicados en la acción criminal. El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez dijo que el Estado tiene “más de 56 horas de ´video´ de planes desestabilizadores (que) están en poder de los cuerpos de inteligencia del Estado venezolano”.
6. Participación internacional
En el proceso de investigación aparecen con frecuencia los nombres de los presidentes de Colombia y Chile, Iván Duque y Sebastián Piñera, respectivamente. En las grabaciones obtenidas y posteriores interrogatorios, se confirmó que ambos mandatarios estaban en conocimiento de la acción golpista. El ministro Rodríguez los señaló como “marionetas que pretenden agredir la democracia”.
5. Civiles y militares por la plata
En la operación que involucra a civiles y militares retirados y desertores, se pudo conocer que operaban a cambio del pago de fuertes sumas de dinero en divisas, a cambio de su participación en los hechos ilícitos. Con ellos pretendían tomar cuarteles militares para ventilar la idea de una ruptura dentro de las Fuerzas Armadas. “Fue engañado con una llamada del extranjero para tomar la Carlota y secuestrar los tanques de guerra para protegerla, sin embargo no se pudo realizar ya que no existían los operarios adecuados”, dijo Rodríguez sobre uno de los militares capturados, de nombre Carlos Eduardo Lozada Saavedra.
4. Fiscalía responsabiliza a Guaidó
El Ministerio Público venezolano abrió una investigación penal ante la contundencia de las pruebas presentadas y consignadas ante ese organismo. El Fiscal General, Tarek William Saab, precisó que tras las investigaciones preliminares, se señala al diputado Juan Guaidó como uno de los responsables. “Se trata del intento de golpe de Estado previsto para el 23 y 24 de junio del año en curso, en el que destacó que el involucrado en el hecho y el cabecilla de todo es el diputado en desacato, Juan Guaidó”, dijo el fiscal.
3. Asesinato a líderes políticos y nueva “autojuramentación”
Para garantizar el éxito de la operación, los conspiradores tenían pensado liquidar al presidente de la república, Nicolás Maduro, y al que consideran su “número dos”, Diosdado Cabello, entre otras autoridades del gobierno venezolano. Al primero lo asesinarían en un acto público rodeado de sus escoltas y personal cercano y a Cabello lo aniquilarían en algo que harían ver ante la opinión pública como un enfrentamiento. Simultáneamente liberarían al general Raúl Isaías Baduel, preso por corrupción, para hacerlo presidente de Venezuela.
2. Cacería de colectivos y líderes sociales
Los planes incluían la matanza de líderes sociales identificados con el chavismo y con activistas organizados en colectivos, una figura llamada como “terrorista” por la derecha venezolana. Para tales efectos fueron contactados grupos parapoliciales que mantienen vínculos con irregulares colombianos y que están ligados al narcotráfico. Parte del plan “consistía en robar unas tanquetas de la base La Carlota y traerlas junto a francotiradores para asesinar a cualquiera del pueblo que descendiera desde la avenida Sucre de Caracas”, comentó el ministro Jorge Rodríguez.
1. Financiamiento y ayuda estadounidense
En las diferentes grabaciones obtenidas por los cuerpos de inteligencia venezolanos, se deja escuchar que muchos de los fondos con los que cancelarían esta “aventura” provienen de Estados Unidos y autoridades de ese país comprometidas con el golpe de Estado. De momento Washington no se ha pronunciado sobre el tema y no lo hará a menos que New York Times u otro medio al que le den credibilidad, publique los pormenores de esta nueva intentona violenta para “devolver la democracia” a Venezuela.
RB