Un hombre que presuntamente había proclamado su adhesión al Daesh fue abatido por las fuerzas de seguridad francesas después de permanecer durante varias horas atrincherado en un supermercado en Trèbes, en el sureste de Francia.
Este es el último de una cadena de ataques que ocasionaron tres muertos y 16 heridos.
Las víctimas mortales son dos personas que se encontraban en el centro comercial y el pasajero del coche que el agresor robó y con el que se desplazó para perpetrar sus crímenes.
El atacante fue identificado como Redouane Lakdim, un francés de origen marroquí de 26 años procedente de Carcasona, donde comenzó sus ataques.
“Nunca lo hemos ocultado, la amenaza terrorista sigue siendo elevada”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron. Destacó que hasta hace poco provenía sobre todo de afuera pero ahora es una “amenaza endógena” debido a la existencia de “muchos individuos radicalizados”, dijo en rueda de prensa junto a la canciller alemana, Angela Merkel.
Entre 2015 y 2016 Francia sufrió una oleada de atentados que dejaron cientos de muertos.
Macron declaró en noviembre el fin del estado de emergencia en que permanecía Francia desde los atentados terroristas en París en 2015 y la medida fue sustituida por una nueva ley antiterrorista que incorpora varias de las medidas previstas hasta ahora como excepcionales, lo que ha suscitado las críticas de algunos sectores de derechos humanos.
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