El rechazo de los brasileños al Partido de los Trabajadores (PT), impuesto por emporios mediáticos con la anuencia de un régimen dictatorial en funciones, se impuso este domingo en Brasil, tras la intensa campaña de la derecha contra figuras como Lula da Silva, Dilma Rousseff y el candidato de la tolda, Fernando Haddad.
Hasta el momento, los primeros cómputos dan como ganador al ultraderechista Jair Bolsonaro, quien con 92% de los votos escrutados se impone 56,63% a Haddad, quien suma al momento 44,37%.
Son 10 millones de votos los que distancian a Fernando Haddad del ganador, Jair Bolsonaro. Se conoció también que la abstención es de 21,1%.
Inducidos por la feroz campaña de los antipopulares medios brasileños, los votantes prefirieron darle el apoyo al #DonaldTrump tropical, antes que al representante de un partido que dominó la política brasileña en la última década.
Ganaron el «antipetismo» y la campaña de la ultraderecha
La batería informativa de la ultraderecha logró borrar de un tajo los logros del PT, cuya principal figura, Lula da Silva, resultó considerado el artífice del “milagro económico del Brasil”, puesto que con su gestión se redujo a 8% la pobreza que en Brasil llegó a registrar, en los años 90, un 34%.
En las elecciones del país más grande y poblado de América Latina, se llamó a las urnas a 147 millones de personas, en una jornada en la que junto al Presidente del país, se eligieron los gobernadores de 14 de los 27 estados federados de Brasil en unos 450 mil centros de votación.
No podían ser más diferentes
Bolsonaro, excapitán del ejército, nostálgico de la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985, con ideas xenófobas y ultraliberales en la economía y a favor de las armas para terminar con el crimen se hizo del poder este domingo.
Por su parte, Haddad, izquierdista, ex alcalde de Sao Paulo, heredero político del conocido presidente Lula da Silva y licenciado en derecho, economía y filosofía, pasará a liderar la oposición del gigante amazónico.
FF