En el estado de California, al menos ocho personas han fallecido en las últimas semanas por las llamas que se han propagado con facilidad debido al tiempo seco y caluroso.
El motivo de preocupación para las autoridades californianas es el principal incendio bautizado como “Carr”, que, de acuerdo con el último informe del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California ha destruido más de 44.500 hectáreas y está controlado solo al 27%.
Este fuego, que ha destruido 1.236 edificios y se encuentra activo en el condado de Shasta (unos 400 kilómetros al norte de San Francisco), se originó el pasado 23 de julio cerca de la ciudad de Redding, con unos 92 mil habitantes.
Mientras, varias partes del Parque Nacional de Yosemite, una de las reservas naturales más populares de Estados Unidos, siguen cerradas debido al incendio «Ferguson», que lleva ardiendo 19 días en el condado de Mariposa y que ha arrasado ya unas 23 mil hectáreas.
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