Una mentira de tan grandes proporciones como la que fue a presentar el presidente colombiano Iván Duque contra Venezuela, ante la Asamblea General de la ONU, solo puede tener dos lecturas. O su equipo técnico asesor es de utilería, o su modus operandi contra el país vecino está tan lleno de odio que no le importan las formas para tratar de mal ponerlo. El mandatario neogranadino fue a pasar una vergüenza colosal y se encargó él mismo de tirar por el suelo las acusaciones sobre la supuesta protección del Estado venezolano a la guerrilla de su país.
Duque mostró unas fotos en las cuales se dejan ver supuestos campamentos de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en lo que él dijo que era territorio venezolano. En un desmentido a tal afirmación, un medio de comunicación de su país llamado El colombiano, reveló que las fotos mostradas por Duque en la 74.ª sesión de la Asamblea General de la ONU, correspondían a un reportaje de ese medio realizado en 2015, mientras que al mandatario neogranadino aseguró que era de 2018.
El medio aseguró en sus redes sociales que la fotografía que forma parte del dossier presentado en la ONU contra Venezuela, es de su propiedad y que fue tomada para un reportaje que mostraba cómo la guerrilla captaba niños en la zona colombiana del Cauca en el año 2015, y no en el venezolano estado Táchira, como aseguró el mandatario neogranadino.
Se notan las costuras
La saña con la que Duque fue a hablar mal de sus vecinos, teniendo tanto problemas internos en una guerra que él se encargó de avivar, quedó en evidencia ante el mundo entero. En su discurso, el jefe de Estado colombiano se refirió al diputado venezolano Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, pero no dijo ni una palabra de cómo su gobierno junto a grupos paramilitares de la banda “Los Rastrojos”, hicieron posible el ingreso de Guaidó a tierras colombianas mientras éste tenía prohibición de salida de Venezuela.
Jorge Arreaza, canciller de Venezuela, lamentó que Duque se tomara el tiempo en Naciones Unidas para acatar a su país y no decir nada sobre los graves problemas que aquejan al suyo. En relación a las pruebas presentadas por el presidente colombiano, Arreaza refirió: «Esas son las pruebas que hay, lo demás es puro mito«.
RB